PRIMER  ACTO


Escena Primera

1. Encuentro y dúo de Soloja con Bes

(En Ucrania una noche de invierno con cielo estrellado
y luna clara. Chozas cubiertas de nieve, cercas, jardines
y árboles helados. A izquierda, la cabaña de Soloja, con
chimenea y una pequeña puerta que da a la calle; a la
derecha la casa de Chub con porche y las contraventanas
cerradas. Al fondo, la calle se bifurca en otras dos; en el
cruce, una taberna, con las ventanas iluminadas. Soloja
sale por la puerta de su casa y mira a su alrededor,
escuchando)

SOLOJA
¡Oh, cómo brilla la plateada luna!
¡Qué bella se ve a lo lejos!
¡Toda la noche estaría desvelada divirtiéndome,
pero me da vergüenza la gente!
¡Ah! Aunque la tormenta se desatara
tengo prendida la estufa en mi casa
y podría recibir a un huésped...
Ayúdame, muchacho valiente, a abrir las puertas,
¡Sí, Vamos a divertirnos una hora, si así lo deseas!

(Un diablo, de aspecto humano, se acerca a Soloja)

¡Oh, cómo brilla la plateada luna!
¡Qué bella se ve a lo lejos!
¡Toda la noche estaría desvelada divirtiéndome,
pero me da vergüenza la gente!.

(Se sobresalta al darse la vuelta y ver al diablo)

¡Mantente lejos!
¡No debes asustarme así!
Te has puesto una máscara con cuernos
y te has pintado la cara con hollín…
¡Pareces un diablo verdadero!
¿Cómo podré reconocerte!

BES
¿Tus bellos ojos ya no ven bien?
¿Envejeciste, mi querida Soloja?

SOLOJA
¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
De frente, te ves normal,
nada bueno, pero tampoco nada malo,
pero por detrás...
¡realmente te pareces a un diablo!
¡Ja, ja, ja, ja!
¿Qué te hace pensar que estoy vieja?
La misma sangre, las mismas cejas,
tal vez algo más...
Todos me quieren, todos desean mis caricias...
Hasta la luna me apasiona
y el hielo me hace cosquillas…

BES
¡Nunca encontré una mujer tan apasionada!

SOLOJA
¿Qué fantasías estás pensando?

BES
¡Eres alegre, jovencita,
para mí eres una verdadera ocasión!
¡Nos divertiremos esta noche!
¡Me parece bien pasarla contigo!

SOLOJA
No soy en absoluto una bruja.

BES
¡Cómo que no! ¡Sí que lo eres!

SOLOJA
¿Y tú cómo lo sabes?

BES
Los indicios son muchos:
huesos anchos,
pecho alto,
manos prensiles,
piernas fuertes...
Tu belleza está en pleno esplendor,
tan sólo que en tu trenza oscura
hay un cabello canoso;
y sobre tus labios, un poco de pelusa;
y no falta otro indicio:
tu voz es algo ronca;
y por último otro pequeño defecto:
¡una colita, muy pequeña,
como el rabo de un cerdo!

SOLOJA
¿Me espías?

BES
No mucho... soy un bribón.

SOLOJA
¡Bah!. Las cosas son como son
y ya veo que no eres tonto.
Podrás serme útil,
puesto que no tengo que disimular contigo.
Ahora espera, no mires,
voy a encender el fuego.
Tú mira para allá,
primero verás salir el humo de la chimenea;
luego seguirán chispas
y por último, yo me elevaré en el aire
y volaré hasta las bonitas estrellas.
¡Me zambulliré en el firmamento azul
cabalgando en una escoba!

BES
He tenido suerte con esta mujer,
pero no va a ser fácil.

SOLOJA
¡Bes no podrá alcanzarme, no me alcanzará!

BES
Pero... ¡la seguiré! ¡La seguiré”

SOLOJA
A cualquier edad permanezco joven.

BES
¡Está en plena forma, totalmente en forma!

SOLOJA
¡Volaré cada vez más alto,
volaré hasta zambulliré en el aire!
Bes no me alcanzará
aunque me siga.
Permanezco joven a cualquier edad,
y estoy en forma.
Cabalgaré en mi escoba
haciéndola volar como en un torbellino.
Me elevaré cada vez más alto,
cada vez más alto,
y en el aire azul me zambulliré.
Cabalgaré en mi escoba como en un torbellino.
Volaré hasta que amanezca.
¡Y tú demonio, no me atraparás!

BES
¡La escoba no te servirá, volaré detrás tuya!
Soy capaz de alcanzarte.
¡Tú, Soloja, eres joven! ¡Estás en forma!
Eso no importa.
Con Soloja, a pesar de todo,
he tenido una suerte del diablo.
¡Con esta mujer no importa cómo, no importa dónde,
no importa dónde, no importa cómo!
Volaremos por el cielo azul.
A pesar de todo, a pesar de todo,
con Soloja, a pesar de todo,
he tenido una suerte del diablo.

(Soloja corre hacia su casa)

2. Nevada

BES
(mirando a Soloja)
¡Se ha alterado y está acalorada,
me parece que la he excitado!

(Se frota las manos feliz, pero de
repente se detiene recordando algo)

¿Y a qué he venido yo, desde el averno a esta aldea?
¡Me he olvidado a lo que he venido!
El hijo de esta bruja, el herrero Vakula,
me ha hecho una mala jugada:
¡ese maldito me ha dibujado en la pared de la iglesia!
Me ha pintado tan ridículo,
¡que todos los diablos se desternillan de la risa al verla!
No podré perdonar nunca semejante ofensa.
¡Espera, maldito herrero!
Prueba a ir a encontrarte a solas con Oksana,
sin que su padre esté presente,
al instante robaré la luna
y liberaré a los espíritus del viento.
Libres de sus cadenas, empezarán a agitarse
y harán amontonar mucha nieve.
¡En una noche así, Chub no tendrá ánimos
para ir a beber en compañía de su amigo!
¡Así que podrá pensar
en cómo tenerte alejado de su hija!
¡Él te ajustará las cuentas!
¡Te dará tal paliza, que te hará recordar el nombre del diablo!
¡Eh vosotras, venid, furiosas tempestades invernales!
Liberaos de las cadenas heladas,
volad hacia el mar sobre las estepas,
cubrid de nieve los barrancos,
los carros de los mercaderes, las casas,
y los refugios de los campesinos!
¡Cubrid de nieve todo lo que encontréis a vuestro paso,
sin tener que rendirle cuentas a nadie!

(Se oye un lejano estruendo. Las estrellas palidecen. Bes mira
la chimenea y ve salir las chispas. Aparece la bruja, vestida
solamente con un camisón, con la cabeza vuelta hacia atrás,
el pelo suelto y a caballo de una escoba. En la mano lleva otra
escoba que entrega a Bes)

SOLOJA
(Ululando)
¡Uy uy uy! ¡Sígueme!

BES
¡Te seguiré! ¡Espera un minuto!

(Bes entra corriendo a la casa y, retomado su verdadero aspecto,
sale por la chimenea y vuela detrás de la bruja. Los ruidos y
silbidos en el aire se hacen cada vez más fuertes. Se desencadena
una tempestad de nieve. Las sombras negras del diablo y la bruja
vuelan veloces cubriendo el disco lunar. Hiela sobre la estepa)

CORO DE ESPÍRITUS
(fuera de escena)
Se ha oscurecido la luz,
se ha aclarado la oscuridad.
Las nubes, las nieblas,
pasan lentas sobre el cielo.

(Chub y Panas salen de la casa)

CHUB
¡Oh, Dios mío! ¡Mira, Panas!

PANAS
¿Qué pasa?

CHUB
¿Qué pasa? ¿Y dónde está la luna?

PANAS
¡Ah, es cierto, maldición!
¿Ha desaparecido? Antes estaba...

CHUB
¡Estaba, pero ya no está!
Y debería estar ahí.
Debe haber intervenido el diablo.
¡Maldita sea que no pueda ir a beber
ni un vaso de vodka hasta la mañana!.
Es para reírse a carcajadas:
miré por la ventana, antes de tomar mi sombrero y salir.
¡Estaba despejado! Y ahora está muy oscuro...
¿No sería mejor volver a la casa?

PANAS
Creo que sí, volvamos.

CHUB
Pero¿ cómo vamos a volver?
¿Y el trago? ¿Y mi compadre?

PANAS
Es cierto, el trago...
¡Vamos, aunque tengamos que encontrar el camino a tientas!

(Van hacia el fondo de la escena, sus
voces se oyen por todas direcciones)

CHUB
¡Vamos!
Pero... Pan... ¿dónde estás?

PANAS
¡Diablos! ¿Dónde te encuentras, Chub?

CHUB
¡Ah, qué ventisca!

PANAS
¡La taberna!

CHUB
¡La taberna!

CORO DE ESPÍRITUS
Se hielan en el campo las carretas,
no hay camino ni paso alguno...
Sólo en las cabañas brilla la luz
en honor a la estrella de Navidad.

(Una nube de nieve en polvo cubre completamente
el escenario, permitiendo el cambio de escena)

Escena Segunda

3. Aria Oksana

(Interior de la casa ucraniana de Chub con las ventanas que
dan a la calle, la estufa y un biombo divisorio tras el que se
ven el ropero y la cama de Oksana. La mesa está dispuesta
para la fiesta. Una lámpara de petróleo, un cuenco de madera
y los biscochos listos para los cantantes de los villancicos.
Sobre la pared una toalla, cerca de la estufa un atizador, un
trinchante de horno y una pala. Oksana sale tras el biombo
vestida de fiesta. Tiene el cabello adornado con cintas y en la
mano lleva un espejo. Escucha por un momento el ruido del
viento; pone el espejo sobre la mesa, apoyándolo en el cuenco.
Echa un vistazo a la ventana, mostrándose de mal humor)

OKSANA
¡Menuda tormenta de nieve!
Hay que ser muy tonto para andar dando vueltas
cantando villancicos por ahí!
Mi padre es el único que, ya borracho,
ha ido casa del diácono.
No ha querido tampoco, a pesar del mal tiempo,
celebrar la Navidad con su propia hija,
en el seno de la familia.
 
Floreció un pequeño manzano en el jardín,
estuvo en flor, pero se marchitó.
Mi mamá mimaba a su hija,
le preparó el ajuar,
pero luego se marchó.
¿Dónde estás, mamá?
¡Mírame, mira desde el más allá,
al menos por una fisura,
mira a tu niña, a tu querida hijita,
mírala, mamá!
Tu hija tiene una camisa nueva,
bordada con bonitos dibujos;
tu hija tiene
el pelo entrelazado
con cintas de seda
y sobre el cuello blanco
se ha puesto
un collar de oro,
pero tu hija
tal como está, es fea.
¡Mira, mamá, qué fea es!
¡Ay! ¿Quién se enamorará de ella?
¿Quién la acariciará?
¿Mírame bien, mamá,
quién me acariciará?
Tal y como soy,
¿quién me querrá?

(Pensativa, se sienta sobre un taburete
y toma en su mano el espejo)

Y sin embargo
la gente dice
que soy tan bonita
como una aurora clara,
o como un cisne blanco,
¡que no hay otra
tan bella como yo!
¿Qué dice de mí,
la gente malvada?
¡Oh no, la gente dice la verdad!

(Vakula entra, sin ser visto por Oksana)

¿Quién tiene unos ojos como los míos?
¿Quién tiene unas trenzas
como las mías?
Mis ojos son estrellas,
mis trenzas son sinuosas…
¡Oh, qué negras son mis trenzas, qué tupidas!
La gente dice la verdad:
¡tal belleza no se encuentra en ninguna parte!

4. Escena de Vakula y Oksana

VAKULA
¡No deja de mirarse a sí misma!
No sólo alaba su propia belleza,
sino que lo hace en voz alta.
¡Qué muchacha!

OKSANA
(dejando el espejo)
¿Quién se casará conmigo?
¿Con quién hará mi padre
el acuerdo de matrimonio?
No, mejor es que no me case nunca,
así no sería infeliz
si me llegara a tocar a un marido arrogante.

VAKULA
Me quedaría aquí para siempre
sin quitar mis ojos de ella.

OKSANA
(sobresaltada)
¿Quién está ahí? ¿Eres tú, Vakula?
¿Quién te ha invitado?
¿Quieres una patata?
¡Sois todos buenos para engañar a las chicas!
¡Yo os conozco!
¿Has terminado mi baúl?

VAKULA
Está ya casi listo.
¡No te enfades, dulce paloma mía!
He trabajado en él día y noche.
¡Si no dejas que me acerque
déjame por lo menos hablarte y mirarte!

OKSANA
¿Quién te impide hablar y mirar? ¡Dímelo!

VAKULA
Déjame por lo menos estar cerca de ti...
 
OKSANA
¡Entra!

VAKULA
¡Mi hermosa Oksana, dulce sol,
palomita torcaz!
¡Daría todo por poder besarte!

OKSANA
¡Eso no es verdad! ¡Mira qué descarado!
¡Encontrando la miel, quieres también la cuchara!
¡Quédate alejado de mí, vamos!
No quiero que me toques con tus manos de herrero!

VAKULA
(reflexionando)
Vaya, parece que hoy no es mi día...
Sólo piensa en divertirse y en embellecerse.
Y yo en cambio la amo...¡La amo tanto!

(Oksana ríe burlonamente)

OKSANA
Pero ¿es verdad lo que la gente dice?
¿Qué tu madre, Soloja,
es un poco bruja? ¿Eh?

Arioso de Vakula

VAKULA
(excitado)
No me importa ni mi madre ni tu padre.
¡Tú eres padre y madre para mí,
eres todo lo más bello que existe en el mundo!
Podría llamarme el Zar en persona
y podría prometerme la mitad del reino;
podría darme una fragua de oro
con dos martillos de plata;
podría ordenar que me dieran
un yunque de piedras preciosas;
Y entonces yo le diría al Zar:
Zar mío, señor, no necesito nada. ¡Zar mío, señor!
No quiero ninguna otra cosa en el mundo,
no me vale ni el oro, ni la plata, ni las piedras preciosas
dame sólo a Oksana, no pido nada más.
¡Dame sólo a Oksana, sólo a Oksana!

5. Escena de Vakula y Chub

OKSANA
¡Qué cosas dices!
Sin embargo mi padre es muy astuto,
pues va a casarse con tu madre.

(Oksana se oculta con la vela tras el biombo. Vakula queda
impactado por sus palabras. Chub entra en la casa cubierto
de nieve; se queda sorprendido ante la presencia de Vakula,
éste no lo reconoce)

CHUB
¡Hey! ¿Me habré equivocado de casa?...

VAKULA
¿Qué quieres aquí?

CHUB
(con voz apagada e irreconocible)
Vengo a cantar villancicos...

VAKULA
¿Villancicos? ¡Fuera, fuera, fuera!

(Toma a Chub por el cuello)

CHUB
¡Cuidado con las manos!

VAKULA
¡Vamos, fuera!

CHUB
Está bien amigo, me voy. No quiero peleas…

VAKULA
¡Fuera!

CHUB
Vaya, cuanto coraje ha encontrado el herrero del diablo.
¡Qué se habrá creído!
¡Yo te haré ver lo que es bueno!
¡Espera y verás!

(Chub sale empujado por Vakula)

6. Escena y Dueto de Oksana y Vakula

(Oksana sale desde detrás del biombo sin la vela)

OKSANA
¿Qué es todo este alboroto?
¿Quizás es mi padre ha regresado?

(Entra Vakula. Oksana cree que
es su padre y corre a su encuentro)

Padre! ¡Yo no tengo la culpa! ¡Lo lamento mucho!

(Al darse cuenta del error, retrocede)

¡Vakula

VAKULA
¿Soy culpable?

OKSANA
¡Has echado a mi padre!

VAKULA
¡No lo he reconocido!

OKSANA
(abriendo la puerta, se asoma a la calle)
¡Oye, papá!
¿Dónde vas con este mal tiempo,
con esta ventisca?

(reingresa a la casa)

¡Ay! ¡No me oye! ¡Dios mío!

VAKULA
El diablo estará rondando...
¿A qué estoy esperando?
¡He perdido el juicio!

OKSANA
¡Echaste a la calle a mi padre! ¡A mi padre!

VAKULA
¡No lo reconocí, Oksana!

OKSANA
Ahora vete, así no te culpará luego... ¡Vete!

(Va la ventana y mira hacia afuera.
Vakula permanece con la cabeza gacha)

La ventisca comienza a amainar...
Vete de aquí, ahora mismo.
Vendrá la gente, te descubrirán aquí y todos murmurarán...
¡Que aburrido es esperar!
¿Qué puede haber pasado?
Es la hora de cantar villancicos,
pero los muchachos no han llegado aún...
¡Qué fastidio!.

VAKULA
¡Dios los guarde! ¡Que así sea!
¡Olvídate de ellos, Oksana!

OKSANA
¡Por supuesto que no lo haré!
No vendrán ellos solos,
sino que los acompañarán las chicas.
Ellas me harán reír con sus bromas e historias...

VAKULA
Así que ¿con ellos te diviertes?

OKSANA
¿Crees acaso que es divertido estar contigo?
¡Comprende que no es lindo
charlar con un lelo como tú!
Me aburres.
Te pasas aquí todo el día, como un palo.
No haces otra cosa
que suspirar y lloriquear...
Verdaderamente es muy aburrido estar contigo,
¿por qué no vuelves a tu casa?

VAKULA
(dispuesto a marcharse)
Entonces me voy...

OKSANA
¡No, detente!...
¡Espera, querido, espera, herrero tedioso!
¡El otro muchacho es totalmente distinto a ti!
No diré su nombre,
pero te hablaré de él.
¡Él es otra cosa!
¡Yo quiero a ese joven
de cara bonita y tez pálida!
¡Tiene una mirada atrevida,
habla con distinción,
no es un viejo como tú!

VAKULA
(amargamente)
No bromees sobre
mi amor por ti.
No me tomes el pelo.
Cuéntale a otro
esas mentiras.
Yo sé que en tu corazón
no hay un lugar para el amor.
No bromees
sobre mi amor por ti.
¡No me tomes el pelo¡

OKSANA
¡El otro es distinto, querido mío!
Su mirada es atrevida,
su hablar distinguido y apasionado...
¡Me encanta ese joven! ¡Lo amo!
No te hagas ilusiones, herrero aburrido.
De otro es todo mi corazón,
lo amo y lo amaré con toda mi alma
¡por toda la vida!
¡Yo lo espero a él!
¡Vete, malhablado, malhumorado, vete y enójate!
¡Adiós, herrero tedioso, adiós para siempre!

VAKULA
No bromees sobre mi amor por ti.
No me tomes el pelo.
Cuéntale a otro esas mentiras.
¡Oksana, ten piedad de mí!
¡En el mundo no hay un rostro más bello que el tuyo!
Pero tu corazón es malvado,
retribuyes mi amor con amargas ofensas y con traición,
¡muchacha malvada!
¡Pero ahora, basta ya de atormentarme!
¡Me voy, adiós!
Me voy, adiós, muchacha insolente,
para siempre adiós.

7. Anagnórisis Escena final

(Oksana se ríe. Vakula
se detiene anonadado)

OKSANA
¡Ah, si la gente fuera un poco más inteligente,
si, si fuera más perspicaz y más valiente!.

VAKULA
(vacilante, se acerca a ella)
Oksana, ¿estás bromeando?
¿O dices la verdad?...
Vamos... Vamos...

MUCHACHOS
(fuera de escena, algo alejado)
La luna se pasea por el cielo
¡Alabado seas Tú, oh glorioso,
oh buen Dios del cielo!

MUCHACHAS
(fuera de escena)
¡Los ángeles puros del cielo
vuelan cantando una dulce canción!
¡La estrellita reluciente brilla en lo alto,
la estrella ha visto al divino Niño!

OKSANA
(maliciosamente sigue burlándose)
¡Ah, si sólo los muchachos oyeran la verdad!
¡Oh, si tan sólo, los tontos entendieran la broma!

VAKULA
¡Oksana, me estás tomando el pelo!

OKSANA
¡Ah, si la gente fuera inteligente!

VAKULA
¡Oksana, querida!
Realmente...
¡Te amo! ¡Me gustas!

OKSANA
(con malicia)
¡Fuera, fuera! ¡Herrero maldito!
¿Una muchacha tan bella como yo
podría enamorarse de un oso como tú?
¡Vamos, vete!
¡Vete lo antes posible, que ya están llegando!

VAKULA
¡Eres una culebra, una víbora y no una muchacha!

(Sale. Oksana medita)

OKSANA
Ya lo he atormentado bastante.
Al final me dio pena.
¿Y si siguiera enojado conmigo y me dejara?
¿Qué me sucede?
Me dan ganas de llorar... y de reír,
¡pero son más fuertes las ganas de llorar!

(Se sienta a la mesa, cubriéndose la cara con las manos.
Escucha las risas de las chicas fuera de escena. La puerta
se abre de pronto y algunas chicas entran corriendo y riendo)

MUCHACHOS
(fuera de escena, pero más cerca)
¡La estrella llama a la aurora
glorificado seas Tú, oh glorioso,
Dios misericordioso, en el cielo!

MUCHACHAS
¡Oksana, hemos venido a buscarte,
abrígate, tus amigas te esperan con ansias!

OKSANA
(casi llorando)
¡Oh, marchaos!

MUCHACHAS
¿Por qué estás llorando?

OKSANA
¡Sí, dejadme sola! ¡Id con Dios!
¡No me llaméis más!

MUCHACHAS
Tú sabe que si cantamos los villancicos sin ti,
 nos aburrimos, pero como quieras,
¡Adiós, Oksana!

(Salen)

OKSANA
¡Adiós! ¡Oh, qué aburrimiento!
¡Qué peso tengo en el alma! ¡Me aburro!
¡No sé que me sucede!
Me pesa el alma, me aburro.
Sé que lo amo y sin embargo lo atormento.
Cuánto quisiera acariciarlo,
mostrarle mi afecto... pero no puedo.
¡Te amo, querido!
¡Oh sí, te amo! ¡Mi amor!

(Huye llorando)
 
 
 
SEGUNDO  ACTO


Escena Primera

8. Escena de Soloja y Bes

(Casa de Soloja, similar a la de Chub. Sobre la
pared divisoria interna, un gran horno de leña con
un banco de cocina a un lado y una cama al otro. En
las paredes estantes con ollas y bolsas de carbón y leña,
la mesa está llena de platos y botellones. Cerca de la
ventana una tina y un cubo. Al levantarse el telón, Soloja
se abotona el cuello del vestido. Aún está despeinada. El
demonio sale del horno)
 
SOLOJA
Perdí mi escoba en medio del torbellino...
El viento aún aúlla en el barranco.
Que a este perro
se le llene la garganta con nieve…
Apenas descendí,
cuando se rompió la escoba,
faltó poco para que me cayera.
Y este maldito diablo
me ha venido persiguiendo
con tanta fuerza
y tan acalorado,
que incluso él se ha caído.
Yo entré por la chimenea
y él detrás de mí…
¡Así nos va!
 
BES
¡No vale la pena enojarse!

SOLOJA
Eso no se puede hacer,
has hecho una estupidez,
piensa que yo no soy
de tu misma calaña.
 
BES
Tengo cuernos
como un trinchante,
¿y qué hace el trinchante? ¡Agarra!
 
SOLOJA
¿Y bien, dime cuándo, cuándo, cuándo?
 
BES
Cuando pongo la olla en el horno.
 
SOLOJA
¿Y sería yo la olla para el horno?
 
BES
(Se acerca a Soloja con una mueca de dolor)
¡No, eres precisamente
un regalito!
Querida comadre,
pensemos un poco:
¡somos una verdadera pareja!
Tú vuelas por la chimenea,
yo te voy detrás;
tú en casa,
yo te sigo...
¡Qué te inquieta?
¿Por qué te haces la necia?
¿Acaso no eres una vieja bruja?
¿O no ?
 
SOLOJA
(se estira y bosteza)
¡Estoy muy cansada!

(bosteza de nuevo)

Dame un respiro.

BES
Es suficiente con que tus labios
le den un beso al pequeñín.
¡Hazle un favor a este diablito!
 
SOLOJA
Deja de decir sandeces...
¿Por qué no bailamos un hopak!

(haciendo unos pasos de danza)
 
¡Hop, hop, hop, hop, hop, hop!
¡Cuernos de cabra, patas de cabra!

BES
(también disponiéndose a bailar)
¡Hey, vosotros demonios con los violines
y las gaitas y las trompetas!

(Aparecen por la chimenea diablillos de rostros horrorosos.
Algunos se parecen a grillos, otros a cerdos. Llevan pequeños
violines y pífanos con los que se ponen a tocar)
 
SOLOJA
¡Baila con más garbo!

BES
¡Eh, vosotros, músicos presumidos y afeminados,
que os escondéis tras de la chimenea!
No buféis,
pero tocad fuerte.
¡Vamos, vamos, vamos!
 
(Los dos se embarcan en una apasionada danza
caricaturesca, se oye llamar a la puerta. Bes se detiene)
 
¡Eh! ¡Están golpeando!

(Los diablillos músicos se esconden tras la estufa. Silencio)
 
¡Mi nariz nota una respiración detrás de la puerta!

SOLOJA
¿Quién es?

(Vuelven a golpear)
 
¡No abriré!

BES
¡Apuesto a que la bruja abrirá!
 
SOLOJA
¡Voy a coger la escoba!
 
BES
¡Si es Chub, seguro que lo hace entrar!
 
SOLOJA
¡Diablo! ¿Quién es? ¿Eres tú, Vakula?
 
BES
¡Oh, oh, oh!
Comadre Soloja, si no es un oso,
es Pan Golova.
Las cosas van de mal en peor,
puesto que para Pan Golova
es difícil encontrar aquí un sitio.
Escúchame, comadre,
si Pan me ve con una mujer
y está borracho,
¡seguro que hará la señal de la cruz!
 
SOLOJA
¿Qué puedo hacer entonces? ¡Abriré!...
Este tonto de Golova, no se marcha.
¡En la mañana hará la propuesta de boda!
¡Abriré, abriré!
 
BES
¡No, espera!
Muéstrame un lugar por donde escapar,
o por lo menos donde ocultarme.
¡Me meteré en este saco!
Me doblaré en tres...
Así...
Haré un agujero con el dedo...
¡Tal vez necesites mi ayuda
con el viejo Pan!
¿O no?
 
SOLOJA
Menudo adivino está hecho este diablo…
¡se va a poner a espiar!
 
BES
¡Al menos podré espiar,
aunque no sea un buen adivino!
 
(Se esconde en el costal)
 
9. Escena de Soloja  y Golova
 
GOLOVA
(entrando)
¡Esta sí que es una nevada!
Mira, ha cubierto completamente mi abrigo.
Estaba bebiendo Vodka por la calle cuando de pronto,
 la tempestad me sorprendió
y la nieve empezó a cubrirme
la nariz, la boca y la barba...
 
SOLOJA
(mira por la ventana)
Parece que se está calmando, comienza a despejar...

GOLOVA
¡Así es! Pero ¿no te alegras de ver a Golova?

SOLOJA
Tú sabes que sí, Golova.
Soy una pobre viuda
y no dejo entrar a cualquiera en mi cabaña,
¡Además, tengo un trinchante a mano, por su acaso!

GOLOVA
Haces bien en defenderte con el trinchante.
Pero de mí no debes tener miedo.
¿No estás contenta de verme?
 
SOLOJA
Mira Pan Golova, no he tenido tiempo
de ponerme un lindo vestido...
 
GOLOVA
¡Ta, ta, ta!

(Soloja le trae un vaso de vodka con pimienta)

SOLOJA
¡Bebe a mi salud!

GOLOVA
Tú, hermosa mía, estás bonita de todos modos,
aunque no te acicales.
 
(Golova bebe, empieza a cantar llevando el ritmo con el pie)
 
Tu graciosa falda
tiene un hermoso color.
Tú todavía eres joven
y también muy atractiva.
Mi querida Soloja,
sírveme miel
y también vino,
¡para alegrar mi cabeza!
 
(oye llamara la puerta)
 
SOLOJA
¡Llaman de nuevo! ¡Son los diablos!
 
GOLOVA
¡Escóndeme, Soloja,
tengo miedo de morir si me encuentran aquí!
 
SOLOJA
Sí, pero ¿dónde podré esconderte?

GOLOVA
¡En cualquier lugar, incluso debajo de la cama!

SOLOJA
¡Espera, que vacío un saco de carbón!
 
(Vacía el saco y Golova se esconde dentro de él)
 
¡Listo, métete dentro!

GOLOVA
(dentro)
¡Ya estoy a salvo, ve a ver quien llama!

10. Escena de Soloja con el maestro de escuela y canción
 
MAESTRO DE ESCUELA
(entra y mira a su alrededor)
¡No hay nadie! Bueno, gentil Soloja,
¿Cómo estás?

SOLOJA
¿A qué vienes?
¡Si tu esposa se entera se enojará mucho!

MAESTRO
¡No importa! ¡Es más vieja que el diablo
y ya estoy cansado de estar con ella!

SOLOJA
Y si yo te echara a la calle...

MAESTRO
¡Oh, no me eches!
¡Ten piedad!

SOLOJA
¡No hay paz para mí!

MAESTRO
¡Ofréceme algo!

SOLOJA
¡No, nada!
¡Quita las manos! ¡No me pidas nada!

MAESTRO
¡Aunque sea un poquito!
 
SOLOJA
¡Fuera!

MAESTRO
Ya me voy...
Pero, antes espera, gentil mujer, ¡no veo bien!
¿Me permites?
 
(señalando su mano)
 
¿Qué es esto?
 
SOLOJA
Una mano.
 
MAESTRO
¿Una mano, de veras?
¿Y esto?
 
SOLOJA
¡El cuello!
 
MAESTRO DE ESCUELA
¿El cuello? ¡Pero, Dios mío, y qué cuello!
Me permites entonces, espléndida Soloja,
que te pregunte otra cosa.
Y esto de aquí ¿qué cosa es?
¿Es un hombro?
¿O bien?...
 
SOLOJA
¡Vete al diablo!
¿No te da vergüenza?
Tienes una mujer...
 
MAESTRO DE ESCUELA
¡No me interesa esa vieja!
En cambio, escúchame, querida Soloja,
¡te he escrito una canción!
 
SOLOJA
¡Pues cántala y luego márchate!
 
Canción del Maestro de escuela
 
MAESTRO DE ESCUELA
Una mujer va detrás el diablo
y ha trabado amistad con el maldito.
"¡Haz entrar, le ruega,
en mi alma pecaminosa
la enfermedad del amor!"
"De acuerdo". contesta el diablo y se pone a trabajar.
¡Ay, qué mal me siento, pobre de mí,
me hundo en el pecado!
¡En vano te llamo, Soloja,
al banquete de amor!
Mi vieja mujer es mala como el diablo,
siempre tiene una respuesta lista.
Me trata sin respeto y me pega usando
el mazo, el atizador, la sartén y el taburete.
Humildemente yo me callo, no quiero contestar.
¡Ay, qué mal me encuentro, pobre de mí,
me hundo en el pecado!
¡En vano te llamo, Soloja,
al banquete de amor!
 
(Llaman a la puerta. El maestro está
dispuesto a seguir con su canción)
 
SOLOJA
¡Ya basta! ¿No oyes que están llamando a la puerta?
 
MAESTRO DE ESCUELA
(asustado y asombrado)
¿Llaman? No oigo...
 
(vuelven a golpear)
 
¡Ay, Señor, un extraño!
¡Pobre de mí, estoy condenado!
 
(corre de un lado a otro atemorizado)
 
¡Ah, qué avergüenza, qué vergüenza
y nada más que vergüenza!
¡Mi última hora ha llegado!
¡Soloja, escóndeme ¡por favor!
 
SOLOJA
No te esconderé.
 
MAESTRO DE ESCUELA
¡Por piedad, Soloja!
 
SOLOJA
Pero ¿dónde?
 
MAESTRO DE ESCUELA
¡Aunque sea debajo la cama!
 
SOLOJA
Todos piden lo mismo... ¡Debajo de la cama! ¡Qué valientes!
¿Y qué me dices dentro de un saco?
 
(le ofrece otro saco de carbón vacío)
 
MAESTRO DE ESCUELA
¡En cualquier sitio está bien, Soloja!
 
SOLOJA
¡Métete dentro!
 
(El Maestro se esconde en el costal.
Soloja abre la puerta y entra Chub)
 
11. Escena de Soloja y Chub y quinteto
 
CHUB
¡Salud!

SOLOJA
(Lo abraza)
¡Oh querido, tesoro mío!

CHUB
¿No me esperabas?

SOLOJA
¡Estás helado, querido!
¡Aquí tienes una taza, bebe!

(Chub bebe)
 
Estuve aquí sola, sola toda la noche,
pensando en ti, te echaba de menos,
¡me preguntaba cuándo vendrías a buscarme!
 
CHUB
¿De verdad que estabas esperándome?

SOLOJA
¡A quién podría esperar
si no es a ti, palomo mío!

CHUB
¡Te agradezco, que me seas siempre tan fiel!
¡Ahora, dame un beso!

(se besan. Golpean a la puerta)
 
¿Qué es eso?
¿Alguien está llamando?

SOLOJA
¡Ah! Sí llaman…
 
VAKULA
(desde el exterior)
¡Soy yo, no tenga miedo, madre!
¡Abra la puerta!

SOLOJA
¡Vakula!

CHUB
¡Vakula!
¡No lo dejes entrar, Soloja!

SOLOJA
¿Y cómo hago para no dejarlo entrar?
Es capaz de derribar la puerta.
 
VAKULA
(llamando a la puerta)
¡Abra ya mamá! ¿Qué está sucediendo?

SOLOJA
¡Espera, querido!

CHUB
¡Aquí hay un saco vacío!
 
(intenta meterse  en el mismo saco en
el que está el Maestro de la escuela)

SOLOJA
¡Espera! ¿A dónde vas?

MAESTRO
¡Oh!

SOLOJA
Pero, ¿qué voy a hacer con todos ellos?
¡Todos escondidos en bolsas!

MAESTRO
¡Oh, realmente me siento mal, Soloja!

SOLOJA
Mejor sigue escondido, realmente te sentirás mal
si mi hijo logra abrir la puerta.

BES
¡Comadre mándalo a la taberna!

GOLOVA
¡Soloja mi saco es muy estrecho!

SOLOJA
¡Pan Golova, quédate escondido ahí!
 
BES
¡Al menos quisiera ver como se las arreglan,
el Maestro, Chub y Golova!

SOLOJA
¡Quieres mantenerte escondido, cara de diablo!

GOLOVA
¡Es asfixiante, sofocante!

MAESTRO
¡Me siento mal!
¡Pan, Chub, me falta el aire!

CHUB
¡Soloja, apenas puedo respirar!

BES
¡Qué mujer! ¡Supo engañarnos a todos!

SOLOJA
¡Quedaos callados! ¡Vakula golpea la puerta!

CHUB
¡No puedo más, estoy sin aire!

SOLOJA
Tengo que ocuparme de todo, ¡escondeos!

GOLOVA, CHUB
Soloja, así no se puede.
¿No había otro lugar para esconderse?
¡Así nos asfixiaremos todos!
Yo creo que...

SOLOJA
¡Vamos, rápido! ¡Ocultaros!

(Golpe fuerte en la puerta. Todos se
asuntan y se esconden en los sacos)

VAKULA
¡Vamos, madre, ábrame!
 
(Soloja abre la puerta. Vakula
entra triste y pensativo)

SOLOJA
¿A qué demonios vienes?

VAKULA
(triste y melancólico)
¡Tal vez sería mejor que me fuera!

SOLOJA
Pensé que te gustaría pasar la noche
en la herrería, junto a la fragua.
 
(se aleja)
 
VAKULA
Estaría bien en la herrería, ¿por qué no?
Además sería bueno llevarme estas bolsas
y ponerlas en su lugar para el día de la fiesta,
del nacimiento de Jesús.
 
(Pausa, permanece pensativo)
 
12. Arioso de Vakula

VAKULA
Ha pasado un año
y de nuevo me llaman para cantar villancicos.
¡Y yo no me siento bien
ni siquiera en la casa de mi madre!
¡Este amor apasionado me está matando
como una mordedura de víbora!
¡La melancolía me arruina!
 
(Mecánicamente sujeta bolsas y tratar de ponerlas al hombro)
 
¿En qué me he transformado?
¡No tengo fuerzas ni siquiera
para levantar estos sacos!
Sin embargo, hace un rato,
logré doblar con la mano unas monedas y partir herraduras.
Fui realmente fuerte...
¿Y ahora? ¡Ya no lo soy!
¡Ni siquiera puedo arrastrar
un par de sacos de carbón!
No logro levantarlos
para ponerlos sobre mi espalda...
¡Qué cansado estoy de esta vida,
querría morirme para no sufrir más!
Me consumo día a día,
por la noche no logro dormir,
¡la pasión me ha agotado, me ha consumido!
Melancolía, ¿por qué continúas consumiendo
mi corazón como el veneno de la víbora?
¿Por qué me envenenas el alma?
¡Ah no, al diablo!
¡Si quisiera, podría levantar cinco quintales!
 
(se pone dos sacos al hombro)
 
En las manos llevaré el otro costal
junto con mis herramientas.
¡Qué Dios me ayude!
¡Necesitaré toda mi fuerza!
 
(Se encamina hacia la salida. Su voz se oye detrás de la puerta)
 
¡Adiós, mamá!
 
Escena Segunda

13. Coro

(La escena es la misma que la del primer cuadro
del acto primero. Afuera, más allá del cruce de caminos,
se escucha un canto coral que se acerca)

MUCHACHOS
(de izquierda y derecha de la escena)
Una rosa escarlata
creció junto a la verja;
pero más hermosa que la rosa
era la hija del dueño de la casa.
La hermosa doncella
estaba esperando a los invitados,
ella sirvió vino
y después se quedó dormida.
¡Buenas noches!
 
MUCHACHAS
(de izquierda a derecha del escenario)
¡Buenas noche!
 
MUCHACHOS
Han llegado los pajaritos,
y han roto todas las tacitas...
Han picado el pastel
y se han bebido de un trago todo el vino.
¡Despiértate, muchacha! ¡Arriba!
Tenemos que casar a tu hermano
y encontrar un marido
para tu hermana...
¡Buenas noches!
 
MUCHACHAS
¡Buenas noches!
 
VIEJECITAS, VIEJECITOS
¡Noche en calma trae buena salud
para los que están sanos!
¡A los enfermos,
una blanda almohada!
¡A los pequeños, regalitos!
A los viejos, tráeles flores
para adornar los jarroncitos.
¡Buenas noches!

(Del lado derecho entran más cantantes de villancicos
de Navidad que se encuentran con los otros grupos.
Otra parte del coro permanece detrás de la escena)
 
CORO
(en el escenario)
¡Eh tú, el del bigote entrecano,
no ahorres las salchichas!
 
MUCHACHAS
(en el escenario)
¡Ofrecednos jamón ahumado!
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
Venimos de Polyanicya.
¡Danos vino para beber!
¡Buenas noches!...
 
(Del lado izquierdo sale el segundo grupo de cantantes)
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
(del lado izquierdo)
Golondrina, golondrina...
¡vuela hasta nuestra ventana!
¡Eh, hola! ¿De dónde vienes?
Has llegado a nuestra ventana...
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
(del lado derecho
¿De dónde venís?
No podemos estar separados.
¡Cantemos todos juntos otro villancico!
Abra la ventana, patrona, y denos dos panes...
 
ANCIANOS, ANCIANAS
No podéis estar separados.
¡Cantemos todos juntos!
Así estaréis más alegres también vosotros.
 
(Las muchachas se saludan,
buscando con la mirada a Oksana)
 
MUCHACHOS
¡Danos pasteles,
sí y salchichas!

MUCHACHAS
¿Dónde está Oksana?

LOS MUCHACHOS
¿Dónde está? ¿No quiere estar con nosotros?
 
MUCHACHAS
¡Estará todavía durmiendo plácidamente,
o se estará emperifollando!

MUCHACHOS
Golondrina, golondrina
has llegado a nuestra ventana.
¡Abre la ventana, querida patrona,
danos dos salamines
y un puñado de maníes!
¡Sí, y salchichas!
¡Toc, toc, toc!

CHICOS, CHICAS,
ANCIANOS, ANCIANAS
¡Toc, toc, toc!
¡Buenas noches!

14. Escena y canción de las zapatillas

(Dos chicos traen en trineo a Oksana
sentada junto a otra chica, Odarka, que
se baja y se sitúa entre la gente)
 
MUCHACHOS
¿Por qué, Oksana, has tardado tanto?
¿Tanto tiempo te lleva el arreglarte?

OKSANA
¿No sabéis, muchachos,
quién ha estado, hace poco,
tocando el violín, a pesar del hielo,
bajo mi ventana,
con lágrimas corriendo por sus mejillas?
Se le cortaron las cuerdas,
su voz se puso ronca
y sus dedos apenas podían moverse.
 
LOS MUCHACHOS
¡Ja, ja, ja!
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
¡Acaso fuiste tú?

MUCHACHOS
¡Yo no he sido!

MUCHACHOS Y MUCHACHAS
Bueno, ¿pero quién ha sido?

(Vakula entra y deja en el suelo dos de
las bolsas que acarrea, y la tercera se la
pone sobre el hombro. Se queda mirando
desde lejos a Oksana)
 
OKSANA
(al ver a Vakula)
¿No habéis oído, muchachos,
de muchachón
que se metió sin permiso
en la casa de una muchacha?
¿Qué entró sin ser llamado
y que expulsó a puñetazos
al padre de la muchacha?
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
¡Es una cosa que nunca se ha visto,
nunca se oyó algo tan inaudito!
Pero, una calumnia sería un pecado.
Se ve que cuando uno se enamora
se produce en su cabeza una gran confusión
y se transforma en una persona ridícula.
 
(Oksana baja del trineo que la condujo
hasta el lugar. Mira las zapatillas de
Odarka con manifiesta admiración.
Vakula se va acercando a ella)

OKSANA
¡Odarka! ¡Oh, qué maravilloso
dibujo tienen tus zapatillas!
¡Y son nuevas!
¡Oh, eres afortunada, Odarka!
¡Tienes un hombre que te compra todo lo que necesitas!
En cambio yo, no tengo a nadie.
¡Ni puedo conseguírmelo!

VAKULA
No te aflijas, mi bella muchacha,
yo te conseguiré unas zapatillas tales,
que ninguna otra muchacha de Kazán
pueda tener otras, ni si quiera perecidas.
 
OKSANA
¿Tú me las vas a conseguir?
Quisiera ver realmente como lo harás.
Salvo que me traigas unas zapatillas
iguales a las que usa la Zarina.
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
¿Habéis oído?
¡Vaya unas zapatillas quiere la orgullosa muchacha!

OKSANA
¡Sí, sí, esas mismas!
¡Vosotros sois testigos!
Si el herrero Vakula me consigue
las zapatillas que usa la Zarina,
os doy mi palabra de que me casaré con él de inmediato. ¡Sí!
 
LAS MUCHACHAS
¡Vamos, vamos, vamos!
¡Qué caprichosa es Oksana! ¡Vámonos!

OKSANA
Pero, ¿no queréis cantar villancicos?
Entonces, juguemos con bolas de nieve.
¡Que venga el que quiera!
 
(Oksana corre hacia el fondo de la escena.
La siguen riendo los muchachos y las chicas)

VAKULA
¡Ríe, ríe! También a mí me vienen ganas
de reírme de mí mismo...
¿Dónde está mi sentido común?
 
(Permanece pensativo)
 
Pero ¿qué hay en ella, en Oksana?
Solo piensa en divertirse...
 
(En el fondo de la escena se escucha bullicio, ruidos y risas)
 
¿Podrá ser que en el mundo entero
no haya otra muchacha como ella?
 
MUCHACHOS
¡Ahí va una bola de nieve!

MUCHACHAS
¡Cuidado, Oksana!

OKSANA
¡Eres buen lanzador! ¡Pero no me has pegado!
 
MUCHACHOS
¡Eh tú! ¡Maldita sea! ¡Me he caído!
 
MUCHACHAS
¡Rodó barranca abajo!

MUCHACHOS
¡Pendiente maldita!

MUCHACHOS MUCHACHAS
¡Quedaste atrapado en la nieve! ¡Ja, ja, ja, ja!
 
(Carcajada general)
 
VAKULA
¡Oíd, como suena su voz,
alta como una campana!
¡En mi cabeza todo se confunde
y mi corazón se despedaza!
¡Si fuera un borracho
me hubiera refugiado en la taberna!
Ella ya viene de vuelta, sus ojos le brillan,
¡parece una Zarina!
¡Espera, no te acerques hechicera!
¡Déjame huir!...
 
(Todos vuelven al centro del escenario)
 
OKSANA
(mirando con malicia a Vakula, que se mantiene pensativo)
Las zapatillas no son grandes,
un paso a la derecha y uno a la izquierda.
Aquí y allí…
 
OKSANA, MUCHACHOS, MUCHACHAS
Las zapatillas dejan su huella
en la nieve,
una a la derecha, una a la izquierda.
¡Aquí y allá!.
 
No vayas más a los pajares,
no entres en las casas ajenas,
no busques tu destino
siguiendo las huellas.
 
¡Las zapatillas dejan su huella
en la nieve
una a la derecha, una a la izquierda.
¡Aquí y allá!.
 
No vayas más a los pajares,
no entres en las casas ajenas,
no busques tu destino
siguiendo las huellas.
 
¡No busques tu destino
siguiendo las huellas!
¡El destino sigue su propia ley!
¡Mi destino, mi destino!
 
(ve a Vakula y se detiene frente a él)

15. Final

OKSANA
¡Ah, Vakula, de nuevo estás aquí!
¿Has disfrutado de los villancicos?
¡Pero mira qué pequeño es el costal!
¿Y las zapatillas?
¡Si me traes las zapatillas de la Zarina
me casaré contigo!
 
VAKULA
¡Oh, Dios!
 
CORO
¡Déjalo en paz, Oksana!
¡Basta de atormentarlo!
¡Él ya no es el mismo!
 
VAKULA
¡No, no puedo más,
no tengo fuerzas,
no tengo fuerza ni para respirar!
¡Oh, Señor! ¡No, no puedo más,
se me oprime el corazón!
¡Señor, no permitas que sufra mi enemigo
tanto como sufro yo!
Su sonrisa, su voz, su mirada,
queman e hieren
mi alma y corazón.
 
(a Oksana)
 
¡Adiós, ya estoy más allá que acá!
Muchachos, os ruego que os compadezcáis
por mi pecaminoso final.
Me resulta más fácil perder el alma
que sufrir un amor así.
 
OKSANA
¡No, él no se irá, no me olvidará!
¿Cómo podría pasar algo así?
¡No, no puede ser, no puede ser!
Pero, ¿si él llegó a amarme,
cómo podría dejar de hacerlo?
¡No! ¡No es posible!

MUCHACHOS
¿Te volviste loco?
¡Eso es un pecado! ¡Vakula, basta ya!
Oksana estaba bromeando, no nos hagas reír.
¿Tú, caer en el pecado? ¡Pobre muchacho!
¡No es bueno amargarse tanto!
 
MUCHACHAS
¿Te has vuelto loco? ¡Es pecado!
¡Vakula, basta ya!
Oksana estaba bromeando.
Pobre muchacho, no nos hagas reír.
¡No está bien amargarse tanto,
aquí no hubo ninguna ofensa!
 
VAKULA
¡Adiós, adiós para siempre, Oksana!
¿No vas a llorar por mí?
Queda con Dios
No llores,
dale tu amor a otros. Confúndelos.
Dale tu amor a otros, ya no me importa.
¡Adiós, ya no nos volveremos a ver!
 
OKSANA
¡No, no se irá, no podrá olvidarme!
¡Algo así no puede ocurrir!
Pero, si él pudo amarme,
¿cómo podría dejar de hacerlo?
Simplemente está hablando
a tontas y a locas.
 
VAKULA
(al coro)
¡Amigos míos, acudid a la iglesia
para llorar mi pecaminosa muerte!
Más fácil es para mí perder el alma,
que, amando, sufrir tanto y tanto.
No resisto sufrir tanto amándola de este modo.
¡Adiós, Oksana, adiós para siempre!

MUCHACHOS, MUCHACHAS
Vakula, ¿qué te pasa?
¡Es un pecado, Vakula!
¿Te volviste loco? ¡Que Dios te ayude!
Oksana estaba bromeando, mira cómo se ríe.
¡Vakula, Vakula, es un pecado, un pecado!

(Vakula se aleja. El coro femenino se retira)
 
OKSANA
¡Ah, se dispone a morir, piensa en la muerte!
¡Oh, Dios mío!
Pero echemos una mirada a estas bolsas
que ha abandonado en la calle...
Ha logrado conseguir muchas cosas
cantando los villancicos.
 
MUCHACHOS
(palpando las bolsas)
¡No puede ser!
¡Sí, aquí hay seres vivos!
¡Llamad a los demás,
para que miremos lo que hay adentro!
¡Hey, vosotros, muchachas, muchachos, venid!

(Las chicas regresan)
 
MUCHACHAS
¿Qué sucede?

LOS MUCHACHOS
¡Venid, aquí, aquí, rápido!

LAS MUCHACHAS
¡Bueno, ya vamos!

MUCHACHOS Y MUCHACHAS
Desatemos las bolsas, ¿qué habrá dentro?

LOS MUCHACHOS
¡Tal vez algo para comer!

MUCHACHOS, MUCHACHAS
¡Daros prisa! ¡Daros prisa!

(de los sacos, salen Golova, Chub y el Maestro.
Todos se quedan atónitos. Golova sale circunspecto.
El Maestro mira horrorizado a su alrededor y echa
a correr)
 
¡Chub! ¡Pan Golova
y el mismísimo Maestro en persona!

OKSANA
¡Oh, papá! ¿Eres tú, padre?

(Chub sale de saco y se adelanta)
 
CHUB
Os he hecho una buena broma, ¿no es verdad?
 
(Todos ríen a carcajadas)
 
 
 
ACTO  TERCERO
 
 
Escena Primera

16. Coro de ondinas.
 
(En la orilla del río. Paisaje invernal. Un molino. Algunas
ondinas cubiertas de hielo salen del río helado, sus sombras
se proyectan sobre el escenario. Todo está iluminado por la luna)
 
ONDINAS
(Fuera de escena, a lo lejos)
¡Está oscuro, demasiado oscuro!
Está tan oscuro como si estuviésemos
encerradas en una prisión.
La luna está alta sobre el río,
pero apenas ilumina.
En el cielo navega una nubecita,
pero apenas se la divisa...
¡Ay, está oscuro, demasiado oscuro!
 
ESPÍRITU DEL BOSQUE (VOZ DEL DUENDE)
¿Por qué os estáis quejando?
¿Por qué molestáis al espíritu del bosque?
 
ONDINAS
¡Ah, hace frío, demasiado frío!
¡Como si estuviéramos acostadas en un sepulcro helado!
El rumor del viento apenas se oye,
nada se mueve en la laguna próxima al río.
¡Oh, tenemos frío, mucho frío!
 
ESPÍRITU DEL BOSQUE
¿De qué os quejáis? Queréis que el espíritu
del bosque vaya junto a vosotras?

ONDINAS
¡Rómpete, derrítete, hielo azul,
ante los alegres rayos dorados!
Nosotras, como pececitos de río,
empezaremos a palpitar,
y a través de la niebla
¡nos apareceremos a los pescadores!
¡Rómpete, derrítete, hielo azul!
¡Está oscuro y hace tanto frío
como en un sepulcro helado!

ESPÍRITU DEL BOSQUE
¿Por qué lloráis?
¿Quizás estáis bromeando?
¿Por qué golpeáis el hielo?
Junto a la orilla del río,
donde hay agua sin congelar,
está pasando un muchacho,
un joven, tambaleándose.
Parece que se preparara
para ir a vuestro encuentro.
 
17. Escena y canción de Vakula

(Vakula llega con un saco sobre su espalda)

VAKULA
¿A dónde he llegado? ¿Al río?

El ECO
Río...

VAKULA
El espíritu maligno me impulsa a cometer un pecado...
¡Si al menos cantara el gallo!
 
EL ECO
Gallo...

VAKULA
¡Oh, muchacha! ¿Tu corazón es consciente
de este dolor tan atroz, mi dolor?
¿Tal vez, si pudieras ver, al menos en sueños,
palomita mía, cuanto estoy sufriendo,
como si me estuviera quemando en las llamas?
¡No puedo más, alma mía, serás condenada!
¡Alma mía! ¡Oksana, adiós!
Los viejos bardos cantarán
mi canción por toda Ucrania.
¡Contarán cómo yo ardía de amor por ti
y cómo ese amor arruinó mi alma!
¡Mi alma, condenada, ya no puede más!
¡Adiós muchacha de mi corazón,
Oksana, adiós!
Nadaré feliz sin rumbo
y  la vorágine del río me engullirá.

(Deja caer el saco y de él sale Bes)

BES
(saltando sobre Vakula)
¡Te tengo! Estás en mi poder y no voy a dejarte...
¡O te sumerges con las sirenas para siempre,
o me vendes tu alma, y Oksana será tuya!
¡Elige!
 
VAKULA
Está bien, te la doy...

BES
Júralo solemnemente.
¡Debes sellar el pacto con sangre!

VAKULA
¡Espera un minuto! Buscaré un clavo.
 
(finge buscar un clavo, pero en un descuido
de Bes lo toma por la cola y lo derriba al suelo)

¡Estás atrapado!

BES
¡Qué astuto!
Suéltame, suéltame!

VAKULA
¡No, espera un minuto,
no me vas a engañar!

BES
¡Oh, misericordia, misericordia!

VAKULA
¿Ahora chillas, maldito?

BES
¡Haré todo lo que desees!
pide, pide lo que quieras!
¡Te conseguiré a Oksana,
Oksana será tuya!
¡Todo, todo, todo lo que quieras, te lo daré!

VAKULA
¡De acuerdo, está bien!
¡Llévame ante Su Alteza!

BES
¿Ante Su Alteza?
¡Que así sea, vamos, sube detrás mía!

VAKULA
(salta sobre el diablo)
¡Vamos!

BES
¡Vamos!

Interludio
 
(La tierra empieza a girar bajo los dos personajes que
vuelan. Las nubes los envuelven. Cuando las nubes se
dispersan, se inicia la siguiente escena)
 
Escena Segunda

18. Escena

(Una gran sala en el palacio del Zar, con una
antesala. Llega Vakula volando a lomo de Bes)

BES
¡Hemos llegado!

VAKULA
¿Dónde estoy?
¿Estoy soñando?
 
BES
¡Estás en palacio!

(Se ocultan detrás de la chimenea. Vakula empieza a
mirar a su alrededor. Los cosacos y el resto de los presentes
incluido Vakula, se observan sorprendidos)

VAKULA
¡Buenas noches, señores!

LOS COSACOS
¡Ah! ¿Quién eres?

VAKULA
Soy el herrero Vakula, vuestro compatriota.
¿No me reconocen?

LOS COSACOS
Ya hablaremos del asunto,
ahora vamos a participar
en una pequeña fiesta para Su Alteza.

VAKULA
¡Su Alteza! ¿Y no podrían ser tan amables,
señores, de llevarme con ustedes?

LOS COSACOS
¿Qué? ¡Tú! No, no, no puedes.
Nosotros, amigo mío,
conversaremos con Su Alteza,
tú no puedes, no puedes.
 
VAKULA
¡Vamos, vamos! ¡Diablo, convéncelos!

BES
(se asoma por detrás de la chimenea)
Y ¿por qué no llevarlo, quizás, sea útil?...

UN COSACO VIEJO
¿Qué te parece? ¿Eh?

OTRO COSACO
¿Por qué no? Tal vez sea útil!

(Entran a la sala)
 
UN ASISTENTE
¡Su Alteza se complace en ordenar que,
por favor, entren a la gran sala!

LOS COSACOS
Vamos.

EL ASISTENTE
Su alteza serenísima manda entregarles
abrigos verdes, fajas de colores
y quince rublos a cada uno.

VAKULA
¡Gracias, señor!

LOS COSACOS
¡Gracias!

(Salen. Por algunos momentos la escena queda vacía.
El decorado cambia de pronto justo antes del inicio de
la siguiente escena)

Escena Tercera

19. Polonesa (Ballet)
 
(Gran sala con columnas, lámparas y apliques, multitud de
cortesanos vestidos con trajes de la época. Al abrir el telón
entran las parejas bailando una polonesa. Los cosacos, y con
ellos Vakula, están bajo las columnas de la parte delantera
del escenario)

VAKULA
¡Estoy en el paraíso!
Y no es un sueño... ¿es un milagro?

CHAMBELÁN
(acercándose a los cosacos)
¿Estáis todos aquí?

COSACOS
¡Sí, todos padre , todos, todos nosotros!

CHAMBELÁN
Aseguraos de hablar con claridad,
de la manera más precisa, como ya os indiqué.

COSACOS
¡Sí, no lo olvidaremos, padre!
 
(La puerta de la izquierda se abre. Entra Su Alteza
acompañado de cortesanos, nobles, damas y caballeros.
Un centinela queda en la puerta, de guardia. Los invitados,
hacen profundas reverencias, ellos con el sombrero sobre el
pecho; las damas hacen una reverencia)

CHAMBELÁN
Esperad aquí, hasta que os haga una señal
para presentaros.

(sale)

SU ALTEZA
¡Su Majestad, el Zar,  
me ha informado que el enemigo huyó,
y sus fortalezas se han rendido!

CORTESANOS
¡Hurra! ¡Hurra! ¡Viva el Zar!
¡Que los instrumentos tañan sus cuerdas
y anuncien la exaltación
de vuestro esposo al trono!
,Los espléndidos vestidos escarlata
denotan sabiduría y fortaleza.
¡Oh, Su Alteza, el sonido de la lira
celebra vuestro glorioso estado!
¡Montañas, estepas, praderas y los siete mares,
todos alaban y entonan himnos
por nuestros valientes héroes!
¡Dios salve la sabiduría del Zar!
¡Dios salve a nuestro protector!
¡El universo no duerme
y el Occidente mira embelesado hacia el Este!
¡El norte escucha atento al Sur!
¡La deseada paz no está lejos!
¡Recibid las palmas de la victoria, Alteza!
¡Los laureles yacen a vuestros pies!
¡Dios salve al Zar!
¡Gloria a vos, Alteza,
que seáis alabado por los siglos de los siglos!
Nuestros nietos sabrán de tanto esfuerzos y valor,
y sus obras serán recordadas por la posteridad
como una labor divina
¡Alabado seáis por los siglo de los siglos!
¡Gloria! ¡Hurra!
 
20. Los Versos de Su Alteza

(Entran criados con bandejas cargadas de vasos,
frutas y dulces. Su Alteza se dirige a un grupo
cercano. Poco a poco, todos se reúnen a su
alrededor y escuchan sus palabras)
 
SU ALTEZA
Amigos, antes de empezar el baile,
permitidme que les lea una oda,
fruto de la inspiración de este poeta.
 
(El poeta hace una reverencia y
entrega una hoja doblada a Su Alteza)
 
Alaba la victoria que les acabo de informar,
lograda por las tropas rusas.

(El Poeta se inclina nuevamente)
 
Quizás estos versos no tengan todavía
la sublime elocuencia de nuestros grandes poetas,
ni sean capaces de hacer vibrar
las cuerdas de la lira de oro,
pero son unos versos muy bellos.
¡Leo!
 
CORTESANOS
¡Viva! ¡Leedla por favor, Alteza,
estamos ansiosos por oírla!

SU ALTEZA
La sonora voz de la gloria
ha proclamado en San Petersburgo
la última victoria de los héroes rusos sobre el enemigo.
Respondiendo a la llamada,
nuestros soldados marchaban en pos de su destino,
cuando el grito de victoria se oyó
sobre las playas del Mar Negro.
¡Qué felices somos!
¡En el campo de batalla siempre triunfamos!
¡La Minerva rusa siempre nos muestra
el camino de la gloria!
 
CORTESANOS
¡Qué felices somos!
¡En el campo de batalla siempre triunfamos!
¡La Minerva rusa siempre nos muestra
el camino de la gloria!
 
SU ALTEZA
No hay obstáculos para nuestros ejércitos,
cuando un respetado e intrépido comandante
los guía en el combate.
¡Pueblo de Rusia, regocíjate, desde las riberas
del Neva, hasta las montañas de Altái!
¡Honor a los héroes del Imperio Ruso!
¡Qué felices somos!
¡En el campo de batalla siempre triunfamos!
¡La Minerva rusa siempre nos muestra
el camino de la gloria!
 
CORTESANOS
¡Qué felices somos!
¡En el campo de batalla siempre triunfamos!
¡La Minerva rusa siempre nos muestra
el camino de  la gloria!
 
21. Minueto y Escena de Vakula y Su Alteza

(Murmullos. Felicitaciones. Varios criados entran con
bandejas cargadas de vasos, frutas y dulces. Cuando
todo se calma, el Chambelán hace una seña a los cosacos.
Éstos avanzan. A continuación, en el fondo de la escena
se baila un minueto)
 
SU ALTEZA
¿Habéis viajado bien?

CORO DE COSACOS
¡Sí, Gracias, Alteza!

SU ALTEZA
Pronto recibiréis una respuesta
a vuestra petición.
 
(Hace un ademán como para retirarse. Los cosacos se miran
entre sí, en silencio y se empujan y se dan codazos. Uno de
ellos empuja a Vakula hacia adelante y le susurra)
 
COSACO
¡Cuenta tu problema, amigo!
 
VAKULA
(Hace una reverencia)
¡Oh, su Alteza!

SU ALTEZA
¿Qué es lo que quieres?

VAKULA
Si me permitís el atrevimiento:
Las zapatillas de la Zarina,
¿son de oro y plata?
¡No hay zapatillas similares
en todo el mundo!
¡Oh, Alteza,
si mi prometida
pudiese tener
unas zapatillas como esas!
 
(Risa General. También Su Alteza sonríe)

SU ALTEZA
¡Levántate!

(Su Alteza le susurra algo al oído de uno
de los cortesanos que se marcha)
 
He oído que entre vosotros nadie se casa,
¿es verdad eso?
 
COSACOS
¡Pero cómo que no!
¡Alteza, no somos monjes!
 
(En una bandeja de plata un sirviente trae unas zapatillas
doradas con tacones altos rojos. A una señal de Su Alteza,
las zapatillas le son presentadas a Vakula)
 
SU ALTEZA
¡Que Dios permita que todas las muchachas
de Ucrania tengan unas zapatillas como estas!

(El sirviente se marcha)
 
VAKULA
¡Oh, Dios mío! ¿Qué hermosas son!
¡Se necesitan unos pies muy delicados
para calzar estas zapatillas!
¡Parecen estar hechas de puro azúcar!
 
(Risa general)

SU ALTEZA
¡Qué espontáneo!
Pero ha llegado la hora de divertirse
y pasar una velada agradable:
¡Primero un ballet ruso;
y luego una danza cosaca!
 
22 a. Danza cortesana rusa
 
22 b. Danza de los cosacos

23. Escena de Vakula y Bes
 
EL CHAMBELÁN
(entrando)
Señores, en el teatro de su Majestad,
está a punto de empezar una comedia titulada
“El zarevich Chloe o la rosa sin espinas”
¡Están todos cordialmente invitados
a ver esta nueva obra!
 
(sale)

(La sala va quedando vacía. Sólo permanece en ella
Vakula que envuelve las zapatillas en un pañuelo)
 
BES
(apareciendo)
¡Rápido, debemos huir de aquí
antes de que cante el gallo por tercera vez!
 
VAKULA
¡Oh, maldita sea!
Pero, ¿cómo te atreves?
Si te ven aquí
te darán de bastonazos...

BES
Nadie se dará cuenta,
he echado polvo en todos los ojos.
¡Vamos, corre junto a Oksana!

VAKULA
¡Espera, maldita sea!
Debemos llevar con nosotros,
el regalo de la Zarina.

BES
(señalando el pañuelo con las zapatillas)
¡Vamos, ya lo has envuelto!

VAKULA
¿No estoy soñando?

BES
¡Vamos!

VAKULA
¡Vamos!

(Vakula se sienta a horcajadas sobre
el demonio y emprenden el vuelo)
 
VAKULA Y BES
¡Volando hacia Oksana!
 
 
 
ACTO  CUARTO


Escena Única
 
24. Dúo de Soloja y Oksana

(Soleada mañana de invierno. Una plaza y el campanario de una
iglesia. En el centro de la escena, dos columnas con arquitrabe,
del que penden unas campanas. En el fondo se ven los techos de la
aldea de Dikanka y una calle. La gente se reúne frente a la iglesia.
En los peldaños más bajos de la iglesia están sentados músicos
que tocan la lira y el gusli y mendigos ciegos, En primer plano se
ve la herrería de Vakula. Soloja se sienta en el umbral, se golpea
el pecho y se lamenta. Oksana está cerca de ella)
 
SOLOJA
¡Dicen que se tiró al río!
¡Otros dicen que se ahorcó!
¡Oh, mi querido hijo, mi manzana dorada!
¡Mi dulce manzana dorada! ¡Oh! ¿Dónde estás?
¿A dónde has rodado, mi querida manzanita?
Sol de mi vida ¿a dónde has ido a parar?
¡Hijo, mi querido hijo! ¡Mi halcón, mi astuto halcón!

OKSANA
Mi vida no tiene ningún sentido.
Las fiestas no me alegran.
Ya nada me produce alegría.
Como si hubiese bebido un veneno
que me oprime el corazón.
¡No pude dormir en toda la noche!
¡Mi corazón ardía, como si sólo
lo hubiese querido a él durante toda mi vida!
¡Como si mis pensamientos
hubieran sido solo para él!
¡Oh, Soloja, Soloja mía! ¡Si tú supieras!
¡Durante toda la noche, no pude dormir!
¡Oh, mí querida Soloja!
Si supieras lo desdichada que soy.
Ya nada me produce dicha.
Es como si hubiese tomado veneno.
¡Oh! ¡Querida Soloja,
ten piedad de mí!
 
(Ambas repiten sus fragmentos a dúo)
 
25. Final

(Suenan las campanas, la gente regresa tras la misa)
 
MUCHACHAS
¡Te invitamos a nuestra casa!
Tenemos muchas cosas ricas para comer.
Tenemos empanadas
pastel de queso y tortas.
Por favor, ven con nosotras,
habrá de todo para comer y beber.
¡Te invitamos a nuestra casa!
 
OKSANA
(amargamente)
¡No me invitéis, muchachas,
no voy a ninguna parte, no iré a ningún lado!

MUCHACHAS
¿Por qué eres tan orgullosa,?

OKSANA
¡Yo no voy a ninguna parte, no voy a ningún lado!

MUCHACHOS
¡A tu salud, Oksana!

OKSANA
¡A la vuestra y gracias!

MUCHACHOS
¿Por qué estás tan triste
y con los ojos abatidos?

OKSANA
¡No me siento como para celebraciones!

MUCHACHOS
Parece que has estado llorando.
¿Te han prometido a alguien a quien no amas?
¿Por qué estás tan callada?
Por favor di algo,
dinos qué te preocupa.
¡Y cásate con aquél a quien amas!
 
OKSANA
¡Hubo un halcón, pero lo dejé escapar
y ya nunca podré atraparlo!

MUCHACHOS
¡Así que se te escapó el halcón!
¿Por qué no pruebas a cazar una paloma?

OKSANA
¡Oh, basta ya, muchachos!

MUCHACHOS
¡No te enojes, bella muchacha!
¡Deja atrás el pasado!

OKSANA
¡Hice enojar a mi amado y lo envié a la muerte!

(rompe en llanto y se marcha. Los muchachos la ven
marcharse y mueven su cabeza con resignación)
 
MUCHACHOS
¿Quieres beber? ¡Vamos a la taberna a beber!
¡Podemos beber aguamiel, vodka y cerveza;
y comer gachas y salchichas!
Allí podremos desatarnos libremente.
La dueña de la taberna ha encendido la lumbre,
ha calentado la casa, ha puesto la mesa... ¡y es rica!
Tiene miel, aguardiente y cerveza...
¡Tiene la mesa preparada, y hay de todo!
¿Quién quiere aguamiel? ¡Vayamos a la taberna!
La dueña tiene las cejas negras y altas como herraduras.
¡Vamos a la taberna, allí podremos desatarnos!
¡Vayamos todos de tasca en tasca!
 
(llegan Chub, Golova y Panas)
 
CHUB
¿A dónde vais, muchachos? ¿Qué ocurre?
¡Por favor, venid a mi casa!
Tengo todo lo que deseéis: vodka, pasteles,
tocino, salchichas y cerveza que viene
directamente de la fábrica.
¿Por qué tenéis que ir a la taberna?
¿Dónde está Oksana?
Le dije que os invitara a nuestra casa.
¡Es una cabeza hueca! ¡Maldita sea!
¡Panas, Golova, venid conmigo!
 
GOLOVA
Iremos luego.
 
PANAS
Conozco el camino.
 
(Golova y Panas salen)
 
MUCHACHOS
También nosotros se lo agradecemos...
¡Gracias!
¡Pero preferimos ir a la taberna!
 
(ven llegar a Vakula)
 
¡Vakula! ¿Realmente eres tú?
¡Muchachos es Vakula! ¡Él es!

MUCHACHAS
¡Hey, Vakula! ¡Ven aquí!

MUCHACHOS, MUCHACHAS
¡Aquí, Vakula, aquí!

MUCHACHAS
¿Dónde has estado?

MUCHACHOS
¿A dónde te llevó el diablo?
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
Entonces ¿no te ahogaste ni te ahorcaste?
¡Ja, ja, ja!

SOLOJA
(levantándose)
¡Está vivo! ¡Gloria a Dios!
¡Estuve haciendo el ridículo
llorando y gimiendo como una tonta!
Ya estábamos preparados para el funeral.
¡Y todo por nada!
 
VAKULA
¡Hola, chicos!

(se abraza y se besa con todos)
 
¿Que dónde estuve? Os contaré luego.

MUCHACHOS
¡Vamos a la taberna!
¡Allí gastaremos todo nuestro dinero!

CHUB
¡Bueno, muchachos!
Más tarde os espero en mi casa,
la mesa ya está servida.

VAKULA
Yo... yo venía a pedirle, señor...
¡Venía a desearle feliz Navidad!
 
CHUB
¿Has venido a verme?

VAKULA
¡Sí, Padre! Por favor, no se enfade usted,
en el día del nacimiento de Jesús

(Toma los regalos, los pone a
los pies de Chub y se arrodilla)

Acepte estos regalos.
Aquí hay un sombrero, guantes,
un cinturón y también un látigo...
Si lo he ofendido, azóteme, padre,
todo lo que quiera.
Se lo confesaré todo.
¡Todo es culpa mía!
¡Soy culpable!
 
CHUB
(orgullosamente mirando a su alrededor)
¡Bueno, está bien, levántate!
¡Olvidemos lo que pasó entre nosotros!
Te perdono, sí te perdono, pero...
¿Qué es lo que quieres exactamente?

VAKULA
¡Padre!
¡Por favor, concédame la mano de Oksana!

MUCHACHOS
¡Bien hecho herrero!
¡Eres un muchacho valiente!

LAS MUCHACHAS
¡Chub! ¡Rápido, casa a tu hija de inmediato!

MUCHACHOS
¡Chub! ¡Iremos a tu casa a festejar!

CHUB
¡Por Dios! ¡Que vengan los casamenteros!

OKSANA
(llegando de regreso)
¡Oh!

VAKULA
¡Mira, te he traído las zapatillas!
¡Las mismas zapatillas que usa la Zarina!
 
OKSANA
No las necesito, no, las quiero...
Estoy bien sin ellas...
 
CHUB
Pero, ¿por qué no te callas, niña caprichosa?
¡Veo a las claras que eres feliz!
Bien que lo hemos notado todos...
¡Acercaros!
¡Podéis besaos, contáis con mi bendición!
¡Casaros y vivid felices!
¡Comed perdices para siempre!
¡Eh, los músicos! ¿A qué esperáis?
¿Por qué no venís mi casa
a tocar para los novios?
 
MUCHACHOS, MUCHACHAS
¡Ah, así se hace Vakula!

(Todos se adelantan)

CANTANTES
Vientos salvajes,
no sopléis en el bosque.
soplad en cambio por el camino
que ha tomado
nuestra hermosa muchacha.
 
OKSANA, SOLOJA VAKULA, CHUB
Desatad sus trenzas
para que caigan sobre su cintura,
como se esparce el rocío celestial
sobre las verdes praderas.
 
OKSANA, SOLOJA VAKULA, CHUB
MUCHACHOS Y MUCHACHAS
Los caballos relinchan a lo lejos,
hazte a un lado para que no te pisen.
Ya traen a la doncella de ojos luminosos,
para que comience la fiesta.
¡Despiértate, buen día, levántate, buen día!
Buenos días a los novios,
y a todo el pueblo de Dios, de aquí y de más allá.
¡Buenos días!
 
 
 
Digitalizado y traducido por:
José Luís Roviaro 2021