MARÍA DE BUENOS AIRES

 

Personajes

MARÍA
LA SOMBRA DE MARÍA
EL DUENDE
VOZ DE UN PAYADOR
PORTEÑO GORRIÓN CON SUEÑO
LADRÓN ANTIGUO MAYOR
ANALISTA PRIMERO
VOZ DE ESE DOMINGO
Soprano ó Mezzosoprano
Soprano ó Mezossoprano
Actor
Tenor
Tenor
Tenor
Tenor

Tenor

 

La acción se desarrolla en Buenos Aires, a principios del siglo XX.

 


      
 PRIMERA PARTE 


Cuadro 1: Alevare 

EL DUENDE 
(Recitado)
Ahora que es la hora y que un rumor de yerba Mora
trasnocha en tu silencio, por un poro de este asfalto
yo habré de conjurar tu voz... Ahora que es la hora.

Ahora que ya has muerto para siempre y van de asalto,
por vos, mis brujas rubias a tanguear misas calientes
al alba, con sus lerdas putañías de contraltos.

Ahora que tu amor se fue a baraja y, zurdamente,
con una extraña arcada canallesca en cada ojera,
te ardió una cruz de vino en la tiniebla de la frente.

Ahora que en la sórdida tensión filibustera
de un clave bien trampeado tocan tangos con tus huesos
las manos desveladas de un Caín y una trotera.

Ahora que el rencor, con rabia y pólvora de un peso
gatilla, en su plegado bandoneón, la hechicería
de un golpe en Ay Menor para el costado de tus besos.

Ahora que ya estás de nunca más, Niña María,
yo mezclaré un puñado de esa voz bandoneonera,
que aún quema en tu garganta, con un poco de la mía,
con borra de recuerdos, fiato negro y carraspera
tordilla de un bordón. Así, del íntimo extramuro
porteño de tu adiós, atravesando las fronteras
sencillas de la muerte, he de traer tu canto oscuro.

Tendrá la edad de Dios y dos antiguas mataduras:
Un odio a diestra; y, a zurda, una ternura. Y al duro
y dulce son fantasma de sus ecos, las futuras Marías,
repechando Santa Fe rumbo a otra aurora, se
apuraran temblando sin saber por qué se apuran...

Ahora que es la hora. Humo zaino y yerba Mora...
Penacho de relente, ya tu voz - maríamente - vendrá
con tu memoria, aquí pequeña y una, ahora.

Ahora que es tu hora: María de Buenos Aires.

Cuadro 2: Tema de María. 

(María responde a esa convocatoria y aparece encarnada en su voz en un tema de tango, 
"Tema de María". El tango es el lenguaje de María, aquí una canción sin palabras) 

Cuadro 3: Balada renga para organito loco. 

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Pianito de mala racha
que muele cuentos... A ver
si muestra el rengo la hilacha
de su valse, a la muchacha,
¡la que nadie quiere ver!

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO 
(Recitado)
Que moje el Diablo en garnacha
su renga pata al moler.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
El tiempo muestra la hilacha,
¡y nadie la quiere ver!

EL DUENDE 
(Hablado)
Ella vino desde aquella dimensión transbariotera donde alcanza, a la esperanza, una barrera 
y un camino; la campana, tres estrellas, una ojera en el balcón sombroso, un gol, la plaza... 
El sol sin prisa de una misa con mañanas y vecinos y torcazas; algunos mozos que le den a 
las polleras; y un andén, con otro humo y otra pena y otro tren para la espera. Una novena 
una ramera, un almacén.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
La pequeña nació un día
que estaba borracho Dios:
por eso, en su voz, dolían
tres clavos zurdos... ¡Nacía
con un insulto en la voz!

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO 
(Recitado)
Tres clavos negros... Un día
que estaba mufado Dios.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Tres clavos negros... Un día
que estaba de estaño Dios.

EL DUENDE 
(Hablado)
Y dos angelotes de la guarda parda, dos raros palomos que andaban de trote por la orilla 
ñata, trajeron - llorando - a la Niña en el lomo.
En la cal mulata del último muro, plegando de pena las alas de lata, grabaron su nombre: 
María, con balas morenas. De arena y de frío le hicieron los días, ¡tan duros! Y, a espaldas 
del río, allá donde el río se junta a la nada, con una pregunta bordada en la falda, la Niña 
María creció en siete días.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Zapada a contrasuerte,
Milonga a suerte de verdad,
que un bordón de mala muerte
- sin llorarte ni quererte -
fraseaba en tu soledad...

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO 
(Recitado)
Pequeña... ¡Qué inversa suerte
saber toda la verdad!

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
La zapada de la muerte
punteaba en su soledad.

EL DUENDE 
(Hablado)
Como esta ciudad, de duelo y de fiesta, robada a as brujas terrajas y en celo que
empujan la vida, María fue un poco del loco desvelo de cada baraja suicida y vacía
jugada a la apuesta perdida de la soledad.
Fue el verso de antojo broncao en la puerta del primer fracaso y la rosa tuerta de un
payaso cojo. Diosa y atorranta, del cielo y del hampa fue trampa lo mismo. Y atados de
un pelo por el alba van, su parte de abismo, su parte de pan.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Y en el barrio, las arpías
viejas de negro capuz
como en una eucaristía
mugrentera, por María
rezan lunfardos en cruz.

VOCES DE LOS HOMBRES QUE VOLVIERON DEL MISTERIO 
(Recitado)
Allá en el barrio, María,
¡le han puesto nombre a tu cruz!

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
María de Agorería,
tendrás dos tangos por cruz...

EL DUENDE 
(Hablado)
Pero aquellos hombres, los rudos maestros de mi tristería, que saben del mudo arremango
que cabe a ese nombre, y han vuelto - a su modo - tan lerdos, tan serios de todos los 
nuestros misterios, cuando hay pena llena canyengueando el aire de las curderías, lo 
nombran - apenas - ladrando a su recuerdo la sombra de los tangos que ya fueron y no 
existen todavía.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Triste María de Buenos Aires...

EL DUENDE 
(Hablado)
De olvido eres entre todas las mujeres.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Triste María de Buenos Aires...

EL DUENDE 
(Hablado)
De olvido eres entre todas las mujeres.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Triste María de Buenos Aires...

EL DUENDE 
(Hablado)
De olvido eres entre todas las mujeres.

LA VOZ DE UN PAYADOR 
(Cantado)
Triste María de Buenos Aires...

EL DUENDE 
(Hablado)
De olvido eres entre todas las mujeres. 

Cuadro 4: Milonga Carrieguera (por María la Niña)

PORTEÑO GORRIÓN CON SUEÑO 
(Cantado)
En los ojos de mi niña,
contracompás de otros llantos,
anda una oscura nostalgia
de cosas que aún no han pasado.

La calle le echo los naipes
de odiar, recontramarcados,
la madre: hilaba Pérezas;
y el padre: arriaba fracasos.

La vieja tristonguería
del blues de los lunfardarios,
da un qué sé yo a mi María
y otro al lomo de su gato.

(Recitado) 

Zaina la voz, la cadera,
la crencha y los pechos zainos,
le van, de furca, en la espalda,
las ganas de veinte machos.

(Cantado) 

De renoche, cuando llueve
siempre igual - siempre - en su patio,
le cuentan tangos de hadas
las bocas del subterráneo.

Setenta veces los siete
vientos del Sur, la han alzado;
sólo a mi voz ella entorna
su piel, su rosa y sus años.

MARÍA
(Cantado)
Porteño Gorrión con Sueño,
vos nunca me alcanzarás.
Soy rosa de un no te quiero,
ya nunca me alcanzarás.

PORTEÑO GORRIÓN CON SUEÑO 
(Cantado)
Te irás de noche, María
de este cantón porteñato,
con la trenza destrenzada
y el sueño desabrochado.

Y los pardos camioneros
que estiban bronca al mercado
te harán un ramo de grelos
y un coro de navajazos.

Mas allá, en los masalláses
nocheteros y enwhiskados,
dos hippies de barba zurda
la insultarán con milagros.

(Recitado) 

Las rubias mandragoneras
de un zodíaco mulato,
le harán trece mordeduras
en las líneas de la mano.

(Cantado) 

Y un beso, que era un poco
de azafrán y de desgano,
se sabrá a página entera
¡como si fuera un asalto!

Setenta veces los siete
asombros le habrán robado,
le quedarán tres: el mío
y los ojos de su gato.

MARÍA 
(Cantado)
Porteño gorrión con Sueño,
ya nunca me alcanzarás...

PORTEÑO GORRIÓN CON SUEÑO 
(Cantado)
Mi voz, en todas las voces
para siempre sentirás. 

Cuadro 5: Fuga y Misterio (Instrumental)

(María, tal como presagiara el Porteño Gorrión con Sueño, se marcha de noche de su
barrio y atraviesa, silenciosa y alucinada, la ciudad) 

Cuadro 6: Poema Valseado

(Encanallada por un bandoneón como en las antiguas leyendas del tango, ella canta su 
conversión a la vida oscura)

MARÍA
(Cantado)
Un bandoneón que mi tristeza tiene escrita,
hoy dos temblores me ha mezclado en la garganta:
con gusto a Sur, me dio el temblor de milonguita,
y otro - peor - ¡que sabe a Norte y nadie canta!

(Recitado) 

Del bandoneón, que huele a sombra de macroses,
oigo el arcángel de la prostibulería,
frasear su acorde canallesco a siete voces
que suenan siete y son - siempre - la mía.

(Cantado) 

Si hasta el abrazo de morir me siento en celo,
y me lo arranco un poco en cada gatería,
¡qué duelo habrá que ya no alcance a ser mi duelo!
¡qué parda trampa que no pueda ser ya mía!

(Recitado) 

Y seré un resto de ceniza entanguecida;
y el medio amor, desde el final, me hará su guiño,
y, aún, arderé, por dos monedas, otra vida,
sobre un lunático repliegue del corpiño.

(Cantado) 

Seré más triste, más descarte, más robada
que el tango atroz que nadie ha sido todavía;
y a Dios daré, muerta y de trote hacia la nada,
el espasmódico temblor de cien Marías...

(Recitado) 

Un nuevo viento de la rosa de los vientos
remueve el son de un bandoneón en mi retiro.
Y el bandoneón tiene una bala en el aliento
para gritar mi muerte al son de un sólo tiro...

Cuadro 7: Tocata Rea

(El Duende se bate a duelo con el Bandoneón) 

EL DUENDE 
(Recitado, al Bandoneón)
Goteaban un absorto prestigio de glicinas
las llagas de tu fuelle. Y el eco de un rosario
tangueado eran tus pliegues, cinchando la barcina
ternura de un milagro... ¡Qué estafa esas espinas
que un día nos vendiste gimiendo en el calvario!

Yo sé que, entre tus voces, secreto y arbitrario.
te chaira las lengüetas el Diablo, y que tus sones
son gritos afanados del óleo perdulario
que un Goya miserable pintó contra un sudario,
con lágrimas de Judas, de horteras y cabrones.

Yo he visto a tu patota de sardos bandoneones
batir las negras alas y arder las botoneras
a punto de Macumba. Y, allá, en los trascartones
del Mal, sangrar del turbio marfil de los botones
la voz de María, ¡con todo el beso afuera!

¿A dónde la enterraste? ¡Me cache! Si ella era
el poco misterio que un Dios atribulado,
un pobre Dios porteño que amaba a su manera,
nos dio, para que siempre - por dentro - nos siguiera
golpeando una pregunta, ¡que vos nos has matado!

Ahora y en la hora, de atrape y profecía
te harán los sordos dedos de un ángel retobado
un solo a dos puñales, por cada fechoría,
un solo de Iscariote, con swing de antifonía
canera, hasta que escupas, de a dos, 
¡los dos teclados!

Entonces con un verso de dientes apretados,
un verso en punta de hacha, con sed, total, prohibido,
te voy a hacer un tajo triunfal, de lado a lado,
para que mueras triste, gritando de parado,
en una como náusea de tangos, lo perdido.

Cuadro 8: Miserere canyengue de los ladrones antiguos en las alcantarillas.

LADRÓN ANTIGUO MAYOR 
(Cantado)
Hoy, que a los poetas y a los pungas y a las locas
les saldrá, otra vez, un cuervo blanco por la boca:
hoy, que por el dos profundo y fijo de los dados
miran, de otro mundo, dos ojitos alunados...

Hoy, que irá a buscar su par por bares espantosos,
la cansada pierna de neón de un luminoso;
Hoy, que la aburrida tangazón de un cortado
un arlequín - que vio la punta de un piolín -
¡se hundió abrazado de un terrón!...

VOCES DE MADAMAS 
(Recitado)
Con restos de antiguos crespones en llamas
pondremos candiles las viejas madamas.

VOCES DE LADRONES ANTIGUOS 
(Recitado)
Atávicos signos de supersticiones
tendrán nuestras uñas de antiguos ladrones.

VOCES DE MADAMAS 
(Recitado)
Las viejas madamas, abriendo los lechos,
tendremos la hoja de te entre los pechos.

VOCES DE LADRONES ANTIGUOS 
(Recitado)
Con un antifaz de charol en la jeta
daremos maitines con dos palanquetas.

VOCES DE MADAMAS Y LADRONES
(Recitado. A una vez)
Que hoy viene la Niña y estarán en flor
la yeta y el vino y un Re muy Menor.

LADRÓN ANTIGUO MAYOR 
(Cantado)
Porque estaba escrito con sal en los muros
de esta catacumba porteñesca y sola,
y abrimos al grito de siete bandolas
un séptimo sello lunfardo y maduro.

Porque estaba escrito con tango, este día,
y afuera hay olvido y es Martes y es Trece,
dará un negro gallo de sangre, tres veces,
la pascua canyengue que anuncia a María.

VOCES DE MADAMAS 
(Recitado)
Ya viene la Niña buscando el mulato
camino del abismo, montada en su gato.

LADRÓN ANTIGUO MAYOR 
(Cantado)
Son reas candelas de luz en cuclillas
sus ojos que alumbran, corriendo las losas,
pequeñas auroras polares de cosas,
muy viejas, que habitan las alcantarillas.

Le queman las noches detrás de la frente,
como húmedas monjas de polvo que zurcen
- rezando morbosas milongas - sus dulces,
calladas y extrañas ojeras calientes.

VOCES DE LADRONES ANTIGUOS 
(Recitado)
La Niña ha llegado... La Niña cayó:
¡diremos un cántico en Clave de No!

LADRÓN ANTIGUO MAYOR 
(Cantado, a María)
Desde hoy, para siempre, condeno a tu sombra:
Que en pena y robada a la mano de Dios,
regrese al asfalto, dramática y sola,
y arrastre tus culpas, bien hembra y bien sombra,
sangrada por siete navajas de Sol.

(María tararea desgarradamente su tema como fondo de coros) 

VOCES DE MADAMAS 
(Recitado)
María torcaza, María en el buche,
te harán los martirios su sórdido escruche.

VOCES DE LADRONES ANTIGUOS 
(Recitado)
María de un peso, ¡María, qué risa!
te trincan los muslos dos manos de tiza...

VOCES DE MADAMAS 
(Recitado)
María de un whisky, María en las rocas,
que gusto - a la vuelta - ¡tendrás en la boca!

VOCES DE LADRONES ANTIGUOS 
(Recitado)
María bufosa, María de Amén,
y un punto escarlata tendrás en la sien.

LADRÓN ANTIGUO MAYOR 
(Cantado)
Allá va la Sombra de María a su otro infierno...
Sólo, queda aquí, la vaina rosa de su cuerpo:
tiene todo el mal del mundo, en flor, cabal y abierto
hasta el final; y sin embargo, ¡el corazón
se ha negado a ser peor!

VOCES DE MADAMAS Y DE LOS LADRONES 
(A una vez)
Ladrón Antiguo Mayor:
su corazón... ¡está muerto!


SEGUNDA PARTE 


Cuadro 9: Contramilonga a la funerala por la primera muerte de María

EL DUENDE 
(Recitado)
María de Buenos Aires
murió por primera vez;
se lo dijeron - fue tarde...
con sus muecas funerales,
un puñal y un cascabel.

Y el alba se atoró con sensación de embolia
rea, de cuando la Niña, arriando el gesto,
rumbo a una calle con velones y magnolias
ya con las cosas de morir y el frío puestos.

Y en la esquina donde aún tejen
las Mamitas con esplín,
dos Malenas de relente
- que habían muerto muchas veces -
le enseñaron a morir.

Misterio allá, misereteando en la maroma
de un jingle obsceno en soledad de sacramento,
fueron cinchando la cureña de palomas
los doce judas de un cristito temulento.

Por las fábricas, las pibas
que hacen la noche a telar,
le pusieron, a María,
un malvón de poliamida
y una orquídea de percal.

Por el escote, le salía una neblina
negra y atada con la cinta sucia y triste
que un raro beatle destrenzaba, a la sordina,
del luto misterioso de sus twistes.

Se murió tanto la Niña
cuando se puso a morir,
que era una trágica encinta
que, llena de muertecitas,
¡no cesaba de parir!

¡Qué cosa! nuestra María
murió por primera vez...
La enterraron dos mendigas
al doblar de las propinas
en la borra de un exprés.

Pero en su sola catamufa, zurdo antojo
de un loco mimo sobrehumano, a contrayumba
de dos pequeñas explosiones de los ojos,
echó dos lágrimas de rimmel por la tumba...

María de Buenos Aires
lloró por primera vez.

Cuadro 10: Tangata del Alba (Instrumental)

(Ya sepultado el cuerpo de María, comienza el largo via crucis de La Sombra de María.
Deambula, perdida, por Buenos Aires) 

Cuadro 11: Carta a los árboles y a las chimeneas.

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Hablado)
Buenos Aires, Abril de Toda Mi Tristeza.
Queridos Árboles, amadas Chimeneas que dan la sombra y dan la nube de mi barrio:

(Cantado) 

Mi dolor ha inventado el dolor
de otra cruz en la misma raíz;

(Hablado) 

Todo pasó como sabrán... Que estoy de luto por mi propio recuerdo. En tanto les escribo
con la ternura al hombro y llena de esa sola mala palabra que no sé cómo se dice; sale, 
otra vez, el Sol para apedrearme el miedo con unas migas de su dulce desayuno, como 
aquel que tira tres pelotas por veinte contra la cara ensangrentada de la infamia.

(Cantado) 

Ya la gente fue a vivir;
¡cabe el cielo en un jornal!;
loco de azul, a Dios le sobra luz
para amasar los pájaros y el pan.
Si El, otra vez me cierra el ventanal,
hartos de mí, los ojos me darán
tres vueltas y se irán
bizqueando hasta un guiñol
de pólvora y de alcohol.

Ya dirán, en el barrio, después:
su recuerdo está grave, ¡otra vez!...

(Hablado) 

Queridos Árboles y amadas Chimeneas: igual que el humo y que la hoja ya perdidos, oirán 
mi nombre con la sombra en la muerte viva la vez primera y la vez última que un viento - 
asma del Sur, gusto de Amén, macho en exilio - ¡entre a zapar su Tango Aún por Buenos 
Aires!

(Hablado y Cantado) 

Nada más. No hay adiós: que el adiós
nos dolía al principio y no al fin.

(Hablado) 

Ya en un balcón oloroso a mi voz, pónganle dos lutitos de hollín.
La Sombra de María

Cuadro 12: Aria de los Analistas

CORO DE ANALISTAS 
(Recitado)
¡Pasen a ver, caballeros!:
cosas jamás nunca vistas
traeremos los analistas
¡a este circo porteñero!...

...¡Pasen a ver!: malabares
de un bello remordimiento
que hace su trágico intento
¡con siete libriums impares!...

ANALISTA PRIMERO 
(Cantado)
Buenos Aires, Buenos Aires
saca tus sueños al sol,
que los sueños tienen picos,
¡rataplín y rataplón!

CORO DE ANALISTAS 
(Recitado)
¡Pasen a ver!: que la vida
se enredó en la pena floja,
y un Yo porque se le antoja
¡traga angustias encendidas!

Aquí está la voltereta
de un rencor que, en zapatillas,
saca un boom de pesadillas
¡por detrás de la careta!

ANALISTA PRIMERO 
(Cantado)
Buenos Aires, Buenos Aires,
saca tus sueños al sol,
que los sueños tienen filo,
¡rataplín y rataplón!

CORO DE ANALISTAS 
(Recitado)
¡Pasen a ver!: que asomado
por el plano sagital,
da un doble de olvido mortal
¡un gran recuerdo amaestrado!

¡Pasen a ver!: ¡Adelante!
que en la pista y poco a poco
va hilando una sombra el copo
con culpas de antes ¡de antes!...

ANALISTA PRIMERO 
(Cantado)
Buenos Aires, Buenos Aires,
saca tus sueños al sol,
que este sueño es de María,
¡rataplín y rataplón!

CORO DE ANALISTAS 
(Recitado)
¡Cámara uno: al recuerdo!
¡Cámara dos: a la conciencia!
Que pongan un decorado
con trapecios de tiniebla,
que la niña hará su salto
vestida de memoria negra.
Y el Analista Primero
le pide cuatro piruetas.

ANALISTA PRIMERO 
(Cantando a la Sombra de María)
Cerrá los ojos María,
que así en tus ojos cabrá
un patio ñato y un canto
que en ese patio se oirá.

(Hablado) 

Es el llanto de tu madre?

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Hablado)
No lo siento. Dicen, de ella, que tenía en la cintura una gran sensiblería, como de silla
vacía, y que fregaba estrellas sucias para afuera. Pero que nunca lloraba. Eso cuentan
los que estaban de ella al tanto.
Fue un Viernes, - y no fue santo - y, ya, me lo acuerdo mal.

ANALISTA PRIMERO 
(Cantando)
Abrí los sueños, María,
que así en tus sueños habrá
una fragua con dos manos
que en esa fragua hacen pan.

(Hablado) 

Son las manos de tu padre?

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Hablado)
No sé. Pero de él se ha recordado que jugaba al pase inglés con dos cortafierros cargados
con sangre dura, y que perdía cuantas veces lo quería. Eso juran los que entonces le 
ganaban con sietes y onces de risa.
Fue un Miércoles de ceniza, y ya me lo acuerdo mal.

ANALISTA PRIMERO 
(Cantado)
Cerrá tus ojos María
que así dos ojos verás,
un grito y un beso izquierdo
que en este grito se va.

(Hablado) 

Es ése tu primer beso?

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Hablado)
No sabría. Pero cuentan que en él cabía tanta tristeza como la que hubo en el Jesús que no 
tuvo para leños y se pintó una cruz en el lomo. Y que, ese beso, otro día, se hizo hacer un 
pequeño aborto cerezo en cada labio. Eso callan los que saben de ese beso y aún lo gozan.
Yo, entonces, era una rosa; y ya me lo acuerdo mal.

ANALISTA PRIMERO 
(Cantado)
Abrí los sueños, María,
que así en tus sueños cabrán
un whisky y dos golpes rubios
que desde el fondo se oirán

(Hablado) 

Es corazón que llama?

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Hablado)
Difícilmente. Mi corazón cortado en cuatro, está - dicen - sepeliado en las cuatro troneras 
de un billar robado. El que ahora llevo puesto se lo compré a una encorazonadora que tenía 
corazonería de viejo en un paisaje terraja, y vendía corazoncitos tristeros de baraja francesa 
y de conejo, de tatuaje de Marínero con Péreza, de rima de canción de cuna y de alcaucil. A 
mi, me puso uno que es de vista y no de lastima, recortado del mandil de un bandoneonista; 
y con agujita de estaño y de hilo de humo castaño, me lo bordó en el vientre. Dijo que eso 
era lo que convenía para quien, como yo, soy una sombra María, y ya por sombra - sólo 
sombra - seré sombra y seré virgen para siempre.
Lo dijo mientras cosía ¡y ya me lo acuerdo mal!

ANALISTA PRIMERO 
(Cantado)
Cubrí tu pecho, María,
con un puñado de sal,
que adentro te mira un cero,
¡y el cero te va a llorar!

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Cantado)
Del numeroso gris
de anteayer
ya no me acuerdo más
que de aquel
misterio cruel que me gritó:
¡Nacé!
y cuando entre a vivir,
se sonrió...
Y al fin al verme así,
tan última y tan yo,
mordiéndose, gritó:
¡Morí!... 

Cuadro 13: Romanza del Duende

EL DUENDE 
(Hablado)
Aquí, en este mágico bar talismanero ¡se sabe casi todo!... lo cuentan, de escolaso las sotas 
y los reyes, ventrílocuos cabreros de cosas que el Destino fermenta entre los mazos.
Aquí, pegado al ñato revés de cada vaso nos mira el ojo quieto y abierto de locura, que 
algún Discepolín que quiso verle los pasos al diablo, cosió con un hilito de amargura.

VOCES DE TRES MARIONETAS BORRACHAS DE COSAS 
(Recitado)
Desde que esta copa que el Duende,
por triste, se esta fajando,
tres Marionetas Borrachas
de Cosas, lo campaneamos.

EL DUENDE 
(Hablado)
Aquí, donde mañana sabe a antaño, buscando a Dios yo vi, de escalofrío, que estaba en lo 
que quiero y en lo que extraño, cortado a esa sazón, como el tamaño del grano da el tamaño 
del estío.

Aquí, en cada botella, cabe un río; y al fondo de ese río hay otro estaño; y, en curda, en ese 
estaño, un verso mío, y, en el, la plata triste de otro río que me hizo Duende, me hizo... 
¡hace mil años!

VOCES DE TRES MARIONETAS BORRACHAS DE COSAS 
(Recitado)
Al Duende - que en la operita
venía el cuento contando -
se le ha perdido una sombra
y, en curda, la va llamando.

EL DUENDE 
(Hablado)
De mí, jugado a vos, te mando este retazo de tango con ojeras, que allá en tu pena entero, 
removerá en la amarga ceniza de tus pasos la bronca enamorada de un canto compañero.

De mí, y a donde me oigas, irán hasta tu cero, dos lucas de rubionas, yironas y Melatos, a 
echar sobre tu sombra un fato de luceros. 

(¡Los huesos de Olivari conocen este fato!)

VOCES DE TRES MARIONETAS BORRACHAS DE COSAS 
(Recitado)
¡Pobre Duende! Anda por esa
sombrita, desesperado:
y nos pide a los compinches
que a ella llevemos su llanto.

EL DUENDE 
(Hablado)
De mí, y en donde estés, con una fuerza de locos, como un himno estrafalario, tan hondo 
sonará el concierto mersa que un viejo ciego, a vos, te hará en la terza morena de su reo 
estradivario.

De mí, y en donde estés, pondré un plenario de dulces duendecitos que retuerza la niebla de 
tu piel; y un tabernario rumor de nazarenos carcelarios dirá tu Anunciación en parla 
inversa.

VOCES DE TRES MARIONETAS BORRACHAS DE COSAS 
(Recitado)
Iremos todos, Don Duende,
los puntos de este curdato
a llevarle a la Pequeña
de parte suza, un milagro.

EL DUENDE 
(Hablado)
Y así que vos renazcas, sabrás qué trampa tienen la yerba en su barrica, y el cielo del 
agujero que mira del zapato; la lluvia que no viene y un sorbo de esa lluvia, y el tiempo en 
su tiempero...

Decí, sombra María "¡Mi Duende, yo te quiero!" Y nueve lunas locas y en celo de tu 
infarto de luz, te harán - en torno - los guiños sensibleros de un baile amanecido de risas y 
de partos...

VOCES DE TRES MARIONETAS BORRACHAS DE COSAS 
(Recitado)
Ya vamos, Sombra María,
con el Diciembre y los cantos
que está amasándote El Duende
con el polen de este estaño.

EL DUENDE 
(Hablado)
Y así, por un silencio de corchea, vendrá - por fin - tu día: un alazano Domingo, que te hará 
con las más feas hojitas de un laurel de olor, la rea y angélica belleza de sus ramos.

Tu día, nacerá del meridiano cachuzo del umbral en donde hornea su misa, algún poeta a 
contramano. Así sea, querida, de cristiano. Así, de tuyo y nuestro... ¡Que sea así!

Cuadro 14: Allegro Tangabile (Instrumental)

(Las tres Marionetas Borrachas de Cosas salen junto con sus compinches del mágico bar 
para llevarle de parte del Duende a la Sombra de María el milagro de la fecundidad. Una 
sinfonía de marionetas, angelitos de barro cocido, chaplines, murguistas, discepolines 
gana enloquecida la calle de Buenos Aires, buscando el germen de un hijo para la Sombra 
de María) 

Cuadro 15: Milonga de la Anunciación

LA SOMBRA DE MARÍA 
(Cantado)
Tres marionetas
- chuecas y locas -
que una violeta en la boca me hincaron ayer,
con un cuchillo en los dientes, por el revés
de mis caderas tordillas, zurciendo van
un gran remiendo en flor
de hinojo y de sisal
¡Ay!...

Flaco y en banda
- ¡tan cadenero! -
me anda un Jesús chapalenado, de cuarta, en la voz,
un canyenguito sobón
con un compás
de punto cruz;
y un dulce barro torcaz
de Cruz del Sur
que hoy me ha puesto a temblar.

Y un angelito
de terracota,
tuerto del grito en la rota viudez de un pretil,
mascando un salmo en sanata, con un jazmín
me ató un solcito de leche sobre el sutién,
¡qué dos espasmos de luz
tengo atrás de la piel!

¡Dale María!
Si nueve llantos
son todo el pardo misterio que había que ver,
¡qué loco intento de espiga que vas a hacer!,
¡qué dura rama celeste te va a crujir!
¡Dale que esta al venir!
¡Dale que duele bien!
¡Ay!

(Una estrofa igual a la segunda íntegramente tarareada) 

Tengo atorada
tanta ternura
que de una sola ternura ¡a Dios puedo parir!
Y se es que nadie ya quiere de mí nacer,
en el rebozo robado de algún Chaplin,
¡entre mis brazos daré
de mamar a un botín!

Cuadro 16: Tangus Dei

UNA VOZ DE ESE DOMINGO
(Cantado)
Hoy es Domingo, y al día
los sacan del Domingario
una novela sin Domingo
y el penúltimo borracho.

EL DUENDE
(Hablado)
Hoy es Domingo: Laurel con leche. Desde el badajo. de su cuchara da un capuchino tres 
campanadas: tras los misales, pican moteles las derrotadas y alegres nalgas de las matronas: 
Laurel con ajo.

UNA VOZ DE ESE DOMINGO
(Cantado)
Hoy es Domingo, y las brujas
se espiran, porque asomados
del tuco les tiran soles
los chicos y los payasos.

EL DUENDE
(Hablado)
Hoy es Domingo, laurel con fiaca. Domingamente rueda un bostezo. Y, en el bostezo, dan 
las muchachas la buena nueva del buen mal paso que arde en la hilacha pródiga y tensa de 
sus bluyines: Laurel caliente.

UNA VOZ DE ESE DOMINGO
(Cantado)
Hoy es Domingo; y un coro
de mil domingos muchachos
desde el orsai dice un viejo
romance en cuatro dos cuatro.

VOCES DE AMASADORAS DE TALLARINES
A las amasadoras de tallarines algo nos pasa:
Por qué es que se nos retiemblan las manos
duras entre la masa?

VOCES DE TRES ALBAÑILES MAGOS
Que gusto le han mezclado los copetines, que
tienen un apatota de estrellitas, en donde
estaban las aceitunas?

UNA VOZ DE ESE DOMINGO
(Cantado)
Hoy es Domingo y atorran
hasta los séptimos tangos;
será, sin embargo el día
del más antiguo trabajo.

EL DUENDE
(Hablado)
Hoy es Domingo: Laurel y azares. Qué Buenos Aires le echó los naipes a este Domingo 
que así, en la altura pampero arriba, tres profetitas locos laburan juntando ramos de un 
nuevo aroma: Laurel del aire?

UNA VOZ DE ESE DOMINGO
(Cantado)
Hoy es Domingo y me han dicho
que esta el muñeco de trapo
que cuelga en los colectivos
viene a lo alto mirando.

EL DUENDE
(Hablado)
Hoy es Domingo: Laurel servido. Qué extraña siembra dio este Domingo, que allá en lo 
alto de un piso treinta, sola en la sola cal de un andamio, reparturienta de nueve asombros, 
hierve una sombra: ¡Laurel con hembra!

UNA VOZ DE ESE DOMINGO
(Cantado)
Hoy es Domingo; y a punta
de diente, como peleando
allá esa sombra por dentro
sus lutos se esta lavando.

VOCES DE AMASADORAS DE TALLARINES
Se le abisma la cintura
la cincha de un nudo zaino.

VOCES DE TRES ALBAÑILES MAGOS
Y la marca de sus uñas
se ve en el cemento armado.

EL DUENDE
(Hablado)
Cuánta cosa, uno por uno, le retoña los ovarios fecundos de mil dolores en seducción de sopapo.

¡Si parece que tuviera hasta el nombre embarazado! Que retemblor le sacude la entraña, como si echando

setenta reencarnaciones de un jesusito nonato, se arrancara del los huesos del vientre, setenta clavos...

(La sombra de María, comienza a cantar un villancico a los lejos) 

Dos angelotes parteros la trincan de bruces, cuando le dan de fórceps los fierros del pesebre 
hormigonado.

¡Cómo alumbra para adentro! ¡Qué luz le chaira en el tallo! Que clara lastimadura - cruza de muerte y de orgasmo -

le enciende por la cadera como un canyengue de astros. Fuerza María: que nace y nace,
naciendo tanto,

que te pare hasta el olvido, y te empuja entre las manos y en la raíz y en la rabia y te renace 
a pedazos,

por las puntas de otras trenzas, por las grietas de los labios, por el gesto, ¡y por las ganas de 
nacerte hasta el cansancio!

¡Cuánta Navidad tenías atragantada en lo años! qué zafra brava, María, zafra de partos, tu 
parto...

VOCES DE AMASADORAS DE TALLARINES
A quién recién ha nacido nada le sobra y no
tiene cuna.

VOCES DE TRES ALBAÑILES MAGOS
Su padre que es un carpintero de obra
ha de hacerle una.

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
Desde lo alto del Domingo
los Tres Albañiles Magos,
en la arena de esa cuna
un guiño rosa han dejado.

VOCES DE TRES ALBAÑILES MAGOS
Porque es que los angelitos todos llorando
a encurdarse han ido?

VOCES DE AMASADORAS DE TALLARINES
Porque ese niño no es niño, ¡Jesús! Que es
niña: ¡niña ha nacido!

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
La Niña tuvo otra niña
que es ella misma y no es tanto.
Quieren final y principio
ser gotas del mismo llanto.

VOCES DE ESPECTADORES
¡Por Dios!: Los espectadores también queremos saber,
si la letras de este tango ya ha sido o esta por ser.

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
En los ojos de la niña
el tiempo está bien robado:
por ayer y por mañana
María la han bautizado.

EL DUENDE
(Hablado)
Pero aquellos hombres, los rudos maestros de mi tristería, que saben del mudo arremango 
que cabe a ese nombre, cuando hay pena llena sobre el aire overo de las curderías, lo 
nombran, apenas, ladrando a su recuerdo la sombra de los tangos que ya fueron y no existen 
todavía.

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
Nuestra María
de Buenos Aires...

EL DUENDE
(Hablado)
De olvido eres entre todas las mujeres...

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
Nuestra María
de Buenos Aires...

EL DUENDE
(Hablado)
Presagio eres entre todas las mujeres...

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
Nuestra María...

EL DUENDE
(Hablado)
De olvido eres entre todas las mujeres...

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
Nuestra María...

EL DUENDE
(Hablado)
Presagio eres entre todas las mujeres...

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
María...

UNA VOZ ESE DOMINGO
(Cantado)
María...

Extra: entre los Cuadro 3 y 4 (misma música que Cuadro 15)

MARÍA
(Cantado)
Yo soy María
de Buenos Aires
de Buenos Aires María, no ven quién soy yo?
María Tango, María del arrabal,
María noche, María pasión fatal,
María del amor de Buenos Aires 
¡soy yo!

Yo soy María
de Buenos Aires
si en este barrio la gente pregunta quién soy,
pronto muy bien lo sabrán
las hembras que
me envidiarán,
y cada macho a mis pies
como un ratón
en mi trampa ha de caer.

Yo soy María
de Buenos Aires
soy la más bruja cantando ¡y amando también!
Si el bandoneón me provoca... ¡tiará, tatá!
le muerdo fuerte la boca... ¡tiará, tatá!
con diez espasmos en flor que yo tengo en mi ser.

Siempre me digo
¡dale María!
cuando un misterio me viene trepando la voz,
y canto un tango que jamás nadie cantó
y sueño un sueño que nadie jamás soñó:
porque el mañana es hoy
con el ayer después, ¡che!

(Tarareo y orquesta) 

Yo soy María
de Buenos Aires
de Buenos Aires María, ¡yo soy mi ciudad!
María Tango, María del arrabal,
María noche, María pasión fatal,
María del amor de Buenos Aires 
¡soy yo!


Escaneado por:
Martín R. Jorge 2008